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dimarts, 8 de març del 2016

COLLAR DE PASEO


Hemos empezado una nueva etapa. Un nuevo reto. No ha sido fácil, pero para crecer se debe avanzar, aunque sea poco a poco.
Hace tiempo mi Amo me propuso dar el paso de tener el collar de paseo. Para todo sumisa es un alago, un orgullo poder disponer de él. Es una marca más de pertinencia. Es un símbolo de unión. Símbolo de un paso más. En definitiva de una unión mucho más fuerte.
Frente a la propuesta, mi primera reacción fue de nerviosismo, con muchas ganas de hacerlo pero a la vez con cierto miedo. No había prisa, por suerte siempre me da el tiempo que necesito o necesitamos para afianzar un nuevo reto. Des de aquel día, tienda que veía de animales o lugar dónde vendían collares, entraba, mira y tocaba. Era curiosa la reacción, era poner un pie en la tienda y notar como una ligera excitación iba subiendo por el cuerpo. Paseaba, miraba y en mi rostro…aparecía una ligera sonrisa de satisfacción.
El día menos esperado lo vi. Fino, de color suave, agradable el tacto y con una pequeña medalla. No podía dejar de mirarlo, no podía evitar sonreír. Parecía que lo había encontrado. Le hice una foto. Sí, aquel seria mi collar de paseo, siempre y cuando mi Amo estuviera de acuerdo. Camino a casa no podía dejar de mirar la foto y sonreír como una tonta.

Nerviosa y contenta me pongo en contacto con mi Amo, charlamos y finalmente decidimos que sí, que aquel será mi nuevo collar de paseo. Ya está decidido. El día siguiente por la mañana lo primero que haré será ir a buscarlo. Va pasando el día, solo deseo que llegue el día siguiente, tengo una misión a cumplir y tengo ganas de realizarla con éxito. Y sin ningún tipo de duda, aunque un poco nerviosa, entro en la tienda, paseo, miro y finalmente respiro profundamente y lo compro. Y está, ya lo tengo, sonrisa tonta y cogiendo con fuerza la bolsa vuelvo a casa.
Una vez en ella, lo saco con mucho mimo de la bolsa. Lo vuelvo a mirar, le quito la etiqueta y me lo pruebo. Me miro al espejo, lo acaricio ligeramente y sonrió. Si me siento orgullosa por el paso que hemos dado. Pero ahora empieza la parte más difícil, lucirlo fuera de las cuatro paredes de casa. Abro el cajón de la sumisa, me lo quito y lo guardo.
Va pasando el tiempo y mi Amo no dice nada referente al collar. Allí está guardado, de vez en cuando, al abrir el cajón, lo veo y lo toco ligeramente, pero no lo saco. Solo lo miro y sonrió.


Pero ahora hará cosa de un mes…llego la frase: creo que ya estas preparada para lucir el collar de paseo. ¿Crees estar preparada? Leo y releo la frase. ¿Preparada? ¿Lo estoy? No, sí, no lo sé. Me siento nerviosa y a la vez con ganas de probarlo y llevarlo a cabo. Pequeños pasos que son importantes, y aunque parece que no llegaran…al final llegan. Después de pensarlo, no hizo falta mucho tiempo y darme cuenta de que si me veía capaz, sin duda acepte el reto.
Desde que acepte el reto lo he llevado puesto unas seis veces. Y ninguna ha sido igual. Cada ocasión la he vivido distinta, ni pero ni mejor, como ya he dicho distinta. La primera vez que me lo puse lo llevaba ligeramente cubierto pero muy segura de que no se veía. Aun así no podía dejar de tocarme el cuello para asegurarme que no se veía. Estaba como algo inquieta y a la vez muy feliz. El paseo duro media hora, y sinceramente, fue la media hora más larga de mi vida, pero a la vez una media hora en la que me sentí orgullosa.
La segunda ocasión, también fue un ligero paseo. Pero en esta ocasión se podía ver, camine con la cabeza bien alta, sin miedos, ni nervios. Me sentía segura, pero al entrar en la tienda…automáticamente mis dedos se acercaron al cuello del anorak y lo cerré hasta arriba. ¿Un pequeño fracaso? Si, tal vez. Aunque no lo viví así.

En la tercera ocasión…vaya con la tercera ocasión. No fue una orden, fue una propuesta. Y la acepte libremente. Mi Amo me propuso llevarla durante la mañana de trabajo en la tienda de los fines de semana. Es decir de 8:45 a 13:30. Tuve tres días para tomar la decisión, pero no la tome hasta última hora. El collar estaba dentro la bolsa, mientras me vestía no podía dejar de mirarla, respirar profundamente e imaginarme con ella. La cogía varias veces y la dejaba. Me la acercaba al cuello y la alejaba. Cerraba los ojos y los volvía abrir. No podía dejar de preguntarme: ¿Estoy preparada? Cogí aire profundamente y me respondí, sí, lo estoy. Así que la agarre con fuerza, me la puse en el cuello, me acerque en el espejo, me mire, me observe, me guste y sonreí. Pero…si, había un pero…rápidamente la cubrí con un pañuelo, y antes de salir de casa me asegure de que no se pudiera ver. Camino al trabajo me iba diciendo, en cuanto llegues la dejaras ver, pero no fui capaz. La lleve durante toda la jornada, estuve nerviosa, cada dos por tres me tocaba el cuello, pero fui capaz de controlar el impulso de ir al baño y quitármela. No la deje ver, pero la lleve. ¿Fue un pequeño fracaso? Sí y no. Sí lo fue porque no se veía. No, porque fui capaz de llevarla más de media hora y sin borrarse la sonrisa de orgullo de mi rostro. Tengo muy claro cuál es mi objetivo, dejar que se vea. Porque en el fondo no pasa nada, que la gente mire y piense. Pero puede dar mucha información y no sé si quiero darla en el pueblo.  Pero había roto una pequeña barrera del reto, fui capaz de llevarla durante unas cinco horas. Para mí…todo un logro.

La próxima ocasión en la que la volvería a llevar en el trabajo, seria dentro de quince días, durante estos quince días, acordamos que la llevaría siempre que pudiera por la calle, y ligeramente visible. Acepte, no pasa nada. Si la gente lo ve, no pasa nada. Es un collar, mucha gente lo lleva porque le gusta, porque es moda o simplemente porque sí. Si ellos pueden, yo también puedo. Y tengo que lograr sacar de mi cabeza pensar lo que creo que la gente piensa si lo ven.  Pero estos quince días, por motivos que no vienen al caso, se convirtieron en una semana. El tiempo que tenía para hacerme a la idea, se vieron reducidos. Aunque creí que sentía preparada…fracase totalmente. Solo fui capaz de aguantar una hora con el collar muy visible, pero no visible del todo. Me sentía observada y en los ojos de la gente veía reflejada la pregunta ¿pero que lleva? Me puse muy nerviosa, empezaba a picarme el cuello, intente relajarme, respirar profundamente, yo soy más fuerte que la mente, pero no funciono. Dirigí rápidamente las manos al cuello, desabroche el collar y la guarde. Tenía ganas de llorar, y os puedo asegurar que si hubiera estado en mi casa lo hubiera hecho. No había sido capaz de superar el reto, y cuando fracaso, aunque lo gestiono mucho mejor que hace tiempo, aún me sigo viniendo abajo. No he tirado la toalla, mañana cuando salga a comprar me la pondré, paseare con la cabeza bien alta e intentare resistir la tentación de cubrirla. Soy fuerte y lo lograre, tarde lo que tarde, lo logre.


Quiero lograrlo, quiero llevarlo con orgullo y satisfacción. No para anunciar que 
soy, sino por satisfacción propia. No necesito que la gente sepa que soy una sumisa. Solo necesito saber que mi Amo está orgullosa de mi y que satisfago sus necesidades.  


diumenge, 21 de febrer del 2016

SUBIENDO LA INTENSIDAD

Hace cosa de un mes y medio aproximadamente, mi Amo decidió que había llegado el momento de subir la intensidad en los azotes. En esta ocasión, la importancia no era el número de azotes sino la intensidad de estos. En un primer momento, como cualquier novedad, me asuste un poco. Uff...Subir intensidad. En aquel momento no veía muy capaz, ser azotada me gusta, me vuelve loca sentir la mano de mi Amo dando color a cualquier parte del cuerpo que le pertenece. Me vuelve loca sentir el cinturón de mi Amo sobre el culo que le pertenece. Y con esta premisa me convencí de que yo podía con eso y más. Si con la intensidad actual ya llevábamos un buen nivel de entrega y excitación, me convencí de que con la subida de intensidad la excitación y entrega sería mucho mejor, mucho más intensa.
La tarea se realiza una vez por semana, exactamente los jueves, pero antes de llegar al gran día, hay los preliminares de los domingos, día del sorteo. Así es, a través de un sorteo descubrimos cual será la zona a azotar. El sorteo se realiza entre culo, coño, espalda y tetas. Así cada domingo, cojo los papeles, los mezclo y…elijo uno. Este proceso no es muy largo, pero el tiempo que dura mi corazón se acelera, el cuerpo empieza a reaccionar, las terminaciones nerviosas empiezan a activarse. Mezclo con las manos temblorosas de la emoción y agarro con fuerza el papelito. Lentamente y respirando profundamente lo abro, leo lo que pone y, sin poder evitarlo sonrió emocionada. Acto seguido, informo a mi Amo de la zona ganadora. Hay zonas que me hacen sonreír más que otras.  Me vuelvo loca cuando leo en el papelito culo, o tetas o espalda. Pero me pongo nerviosa si leo coño. Esta zona…bueno…esta zona hay mucho trabajo aún. Hasta me resulta difícil escribir sobre esta zona.

Una vez realizado el sorteo toca esperar. Pero solo cuatro días. ¿Solo? Que fácil escribir esta palabra, pero en realidad son solo cuatro días muy largos, que aunque pasan relativamente rápido, porque tengo la suerte de tener unas cuantos horas ocupadas, pero las que quedan libres me permito el lujo de pensar e imaginar. Ir planteándome como serán los próximos azotes que me dé. Me ilusión pensar en que azotare un poco más intenso que la última vez, pero sobretodo, mentalizarme que lo importante es la intensidad y no la cantidad. Finalmente llega el día, ya es jueves y estoy ansiosa para que llegue el momento de azotarme la zona ganadora. Este es uno de los mejores momentos del día. Desnudarme en mi habitación, ponerme frente la cámara, agarrar con fuerza el instrumento utilizado según la zona y ofrecerme con cuerpo y alma a mi Amo. 

Si la zona a azotar es la espalda, antes de empezar juego con la cola de gato, me gusta sentir el tacto de la piel que lo cubre en mi mano, deslizo los dedos, cierro los ojos, agarro con fuerza el mango, lo levanto y… ¡zas! Si la zona es el culo, es el turno de la pala de ping-pong. La levanto, la miro y doy unas cuantas vueltas frente a mí. Cierro fuerte la mano y… ¡zas! Este primer azote, por regla general va acompañado de un pequeño grito. No lo negare, la pala duele más que la cola de gatos, aunque este no se queda corto. Si la zona ganadora son los pechos, entran en juego dos instrumentos: la pala y la pequeña fusta. Y esta zona, es una de las que más me cuesta empezar. Con el culo y la espalda no dudo, con las tetas…tengo que respirar profundamente tres o cuatro veces para que la fusta azote intensamente. Y finalmente el coño. Esta zona siempre utilizo la fusta pequeña. Esta zona siempre es difícil empezar, esta zona necesita muchas más respiraciones, cerrar con fuerza los ojos y no frenar el movimiento del brazo cuando se dirige hacia el coño, pero…me resulta difícil pero no imposible. Así que una vez me he relajado… ¡zas! Cae el primer azote.
Con el tiempo las diferentes zonas han ido evolucionando, el cuerpo ha ido interiorizando las sensaciones y la última semana (jueves 18) fue la espalda la que fue azotada. En esta ocasión el dolor se convirtió en placer. Después de un mes y medio, el cuerpo reaccionaba a la intensidad, el cuerpo se excitaba y no solo le entregaba dolor a mi Amo, sino que el último jueves le entregue dolor convertido en placer. Al final de la sesión, no puede evitar llorar, no lloraba de dolor, lloraba de felicidad, de satisfacción y sobretodo de orgullo. Sí, me sentía orgullosa de mi misma. Una vez más lograba dar un paso más hacia mi sumisión y entrega. Una vez más, después de un largo periodo de entrega, entrenamiento e interiorización de sensaciones, daba un paso más y crecía como sumisa.
En las próximas semanas, aún no he realizado el sorteo, no sé cuál será la zona a azotar. Pero en las próximas semanas tocara descubrir cómo reaccionan y si al igual que la espalda, el culo y las tetas ya reaccionan favorablemente a la intensidad de los azotes. Pero aún queda mucho trabajo con el coño, y con él tenemos un plan de trabajo para mejorar.

Ahora mientras estoy sentada frente al ordenador, no puedo dejar de sonreír, esperando nerviosa saber cuál será la zona, para descubrir cómo debo de proceder y sobretodo descubrir si el cuerpo reacciona a la intensidad, convirtiendo así el dolor en placer. No sé qué pasara, pero estoy feliz y orgullosa para descubrir cómo evoluciona esta tarea. Aunque no dudo que evolucionara positivamente y sí es necesario alargar el proceso, pues que así sea, pero no seré yo la que frene la evolución que estoy viviendo. No seré yo la que frene las nuevas sensaciones que está viviendo el cuerpo que le pertenece a mi Amo. Porque evidentemente esta decisión no depende de mí, sino de mi Amo. Pero si dependiera de mí, no frenaría la tarea, porque los resultados no son buenos, sino buenísimos y muy satisfactorios. Así que una vez más, muchas gracias Amo, por ayudarme a crecer y sobre todo por seguir a mi lado.




dijous, 21 de gener del 2016

FANTASÍA 5

Ya llevo algún tiempo creando fantasías siguiendo las indicaciones de mi Amo. No solo se trata de fantasear, sino que a partir de ellas le ofrezca el placer que mi Amo se merece.
Aunque las elaboro con ganas e ilusión, empezarlas nunca me es fácil. Me resulta difícil ponerme en la piel de otra persona, pero lo que realmente me resulta más difícil es ser severa con las sumisas o esclavas imaginarias. Son personajes creados en mi mente, no existen y sé que no les estoy haciendo daño. Pero al principio me resulta difícil, poco a poco, cuando voy liberándome de los miedos sale de mi interior la capacidad de ser severa o de intentar representar el papel de sumisa severa.

En definitiva difícil de empezar, pero después disfruto escribiendo. Aunque si me guio por los comentarios de mi Amo, los relatos son buenos y le gustan. Pero… ¿Qué opináis vosotros? Me gustaría mucho saberlo. 



ARGUMENTO: Tengo que ayudar a escoger a seis candidatas para el evento que está organizando mi Amo. Después de una curada elección entre distintas candidatas, elijo a seis. Después el test practico.  

FICHAS PARTICIPANTES

NOMBRE BDSM:
Afrodita

PROFESSIÓN:
Peluquera
EDAD:
25

SUMISA
ESCLAVA
AMOS:
No

EXPERIENCIA:
Novata
TE PRESENTAS:
LIBRE

ENVIADA POR TU AMO
ZONAS VIRGENES:
BOCA

COÑO
CULO
NINGUNA
ZONA AZOTAR:
TETAS

COÑO
CULO
ESPALDA
EXP. LLUVIAS:
NO

SI
CUALES:

EXP. CERA:
NINGUNA

DEPILACIÓN:
ENTERA

NOMBRE BDSM:
Mala

PROFESSIÓN:
Dependienta
EDAD:
18

SUMISA
ESCLAVA
AMOS:
1

EXPERIENCIA:
MEDIA
TE PRESENTAS:
LIBRE

ENVIADA POR TU AMO
ZONAS VIRGENES:
BOCA

COÑO
CULO
NINGUNA
ZONA AZOTAR:
TETAS

COÑO
CULO
ESPALDA
EXP. LLUVIAS:
NO

SI
CUALES:
AMARILLA
BLANCA
EXP. CERA:
ALTA

DEPILACIÓN:
ENTERA

NOMBRE BDSM:
Elsa

PROFESSIÓN:
Administrativa
EDAD:
30

SUMISA
ESCLAVA
AMOS:
2

EXPERIENCIA:
ALTA
TE PRESENTAS:
LIBRE

ENVIADA POR TU AMO
ZONAS VIRGENES:
BOCA

COÑO
CULO
NINGUNA
ZONA AZOTAR:
TETAS

COÑO
CULO
ESPALDA
EXP. LLUVIAS:
NO

SI
CUALES:
AMARILLA
BLANCA
EXP. CERA:
BAJA
DEPILACIÓN:
BRASILEÑA
NOMBRE BDSM:
Arandel

PROFESSIÓN:
Estudiante
EDAD:
23

SUMISA
ESCLAVA
AMOS:
1

EXPERIENCIA:
BAJA
TE PRESENTAS:
LIBRE

ENVIADA POR TU AMO
ZONAS VIRGENES:
BOCA

COÑO
CULO
NINGUNA
ZONA AZOTAR:
TETAS

COÑO
CULO
ESPALDA
EXP. LLUVIAS:
NO

SI
CUALES:

EXP. CERA:
NULA

DEPILACIÓN:
EN FORMA DE FLECHA

NOMBRE BDSM:
Saphira

PROFESSIÓN:
Actriz
EDAD:
35

SUMISA
ESCLAVA
AMOS:
3

EXPERIENCIA:
ALTA
TE PRESENTAS:
LIBRE

ENVIADA POR TU AMO
ZONAS VIRGENES:
BOCA

COÑO
CULO
NINGUNA
ZONA AZOTAR:
TETAS

COÑO
CULO
ESPALDA
EXP. LLUVIAS:
NO

SI
CUALES:
TODAS
EXP. CERA:
ALTA

DEPILACIÓN:
EUROPEA

NOMBRE BDSM:
Arya
PROFESSIÓN:
Enfermera
EDAD:
20

SUMISA
ESCLAVA
AMOS:
0

EXPERIENCIA:
NOVATA
TE PRESENTAS:
LIBRE

ENVIADA POR TU AMO
ZONAS VIRGENES:
BOCA

COÑO
CULO
NINGUNA
ZONA AZOTAR:
TETAS

COÑO
CULO
ESPALDA
EXP. LLUVIAS:
NO

SI
CUALES:

EXP. CERA:
NULA
DEPILACIÓN:
NATURAL

TEST PRÁCTICO

Después de una larga tría entra varias inspirantes que se presentaban para la nueva venta que está organizando el Amo de Belladona, ha elegido a seis de entre 25 aspirantes. Pero sabe que no las puede dar por buenas hasta que hayan pasado por el test práctico, y que por supuesto es responsabilidad de belladona. Su Amo le mando que crease el test práctico. No le fue fácil, pero al final, después de pensar, elaborar, borrar y volver a empezar, consiguió un gran resultado y así se lo confirmo su Amo. Finalmente el test quedo de la siguiente forma:

NOMBRE ASPIRANTE

TETAS
Tolerancia azotes

Tolerancia pellizcos

Resistencia pinzas

COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE:
MEDIO:
INTENSO:
Comprobación humedad

Observación clítoris

CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE:
MEDIO:
FUERTE:
INTENSO:
Numero de dedos en ano

ESPALDA
Tolerancia 5 azotes

BOCA
Comprobación técnica

ORDENES
Reacción a ellas

VALORACIÓN FINAL


Belladona, se enfrenta a algo nuevo, hasta ahora nunca se había enfrentado a algo así. Esta nerviosa. Entre las seis inspirantes y ella simplemente, hay una pequeña puerta. Ellas charlan tranquilamente, mientras intenta calmarse respirando profundamente. Es muy consciente que tiene que hacerlo bien. No solo por ella misma sino también para que su Amo ofrezca las mejores mercancías en la venta que está organizando. Si él se siente orgulloso de su trabajo belladona saldrá ganado, pero si él no se siente orgulloso será severamente castigada. Y eso no es algo que no quiere ni él ni ella.

Belladona mira fijamente a la puerta, coge aire profundamente y…
-          Que entre la primera. – dice lo más severa posible. No es su papel, no está acostumbrada a dar órdenes, pero debe de aparentar seria, segura y severa.
La puerta se abre lentamente, y entra la primera seleccionada. Es guapa, alta, delgada, pelo largo y rubia. Va vestida con un corto vestido de látex con unas botas altas de tacón. Levanta la cabeza y…
-          Buenos días soy…
-          Cállate – dice severamente, no se siento cómoda pero debe de ser severa, su próximo Amo lo será más que ella – nadie te ha dado permiso para hablar. Así que no abras la boca hasta nueva orden. ¿Lo has entendido?
Asiente con la cabeza. Belladona le indica que se sienta y empieza a leerle su ficha. Ella no dice nada, solo mantiene la cabeza gacha, esa es una buena postura.
-          Muy bien afrodita. Vamos a empezar con el test práctico. Eso no será fácil para ti. Pero para llegar a la subasta debes de pasar por él.  
Inspirando confianza y seguridad, empieza a contarle en qué consistirá el test práctico y entre las dos acuerdan una palabra de seguridad por si en algún momento del test Afrodita no puede más y necesita parar. ROJO, será la palabra. Pero no sin antes escuchar la explicación de que no siempre se le hará caso cuando la diga, pero que ella lo intentara, a no ser que se considere que sea capaz de aguantar.
-          Levántate y desnúdate. Después colócate allí.
Ella se levanta sin rechistar, cabizbaja, va hacia el rincón establecido y empieza a desnudarse lentamente, con vergüenza. Belladona espera, pero al final se da cuenta de que ella no debe de esperar, afrodita debe apresurarse. Y así se lo hace saber.
-          Más rápido nena, no tenemos todo el día y tengo mucho que hacer. Ya sabes que no puedes correrte en ningún momento del test. Si eso pasa me veré obligada a castigarte duramente y no dejarte participar en el evento.
Ella se apresura y cumple la orden a raja tabla. Belladona anota algo en el cuestionario. Se siente observada, sabe de dónde procede, al igual que sabe que se está preguntando que he anotado, lo sabe porque es lo que pensaría e intentaría averiguar ella. Pero no flaquea. Empieza andar en círculos a su alrededor, la va mirando y a la vez mediando su espera, su paciencia y su tolerancia. Reacciona bien, no se impacienta. Esa es muy buena señal. Pasado un rato se para frente a ella, lleva en la mano la cola de gato, afrodita sabe lo que pasará porque se lo han explicado. Belladona se siente insegura y con miedo,  agarra con fuerza el gato y sin ningún tipo de duda… ¡zas! ¡Zas! Cuatro veces en total, dos y dos. Son azotes fuertes, que le han marcado bien las tetas, están rojas. Y  anota.
No hay tiempo que perder, deja el gato. Dirige sus manos a los pezones. Los agarra entre sus dedos y empieza a pellizcar y retorcer mientras la mira fijamente para ver como lo tolera. Belladona presiona, cada vez más fuerte, con más intensidad, intentando hacer lo que su Amo le hace a ella. Sabe que debe presionar y actuar  hasta que empiece hacer mohines, a quejarse, a mostrar dolor en su rostro, en sus suspiros, en su respiración. Y sigue, ella aguanta, pero belladona empieza a flaquera, a perder confianza. Si esta resistiendo tanto puede ser porque no aprieta lo suficiente. Así que ni corta ni perezosa… saca todas sus fuerzas y aprieta más hasta que…afrodita se queja. Para y anota.
-          Bien, muy bien nena. Masajéate la zona para relajar mientras voy a buscar los siguientes instrumentos.
-          Si Señora.
Sonríe, suena raro. ¿Señora? ¿Ella? Es raro y la hace sentirse superior. Cierra la puerta detrás de ella con un portazo. Le deja un ligero tiempo, sabe perfectamente cómo puede quedar esta zona después de un largo periodo de tortura, al igual que sabe qué si tiene la zona sensible y no se relaja la resistencia a la pinzas será baja. Aún así, decide que en lugar de seguir con los pezones, proseguirá con la otra zona, de esta forma ganaran tiempo.
-          Túmbate en la camilla boca arriba y abre las piernas. Exponente bien.
Tiene la pala en la mano, mira a un punto fijo de la habitación, levanta la mano y… ¡zas! Primer azote suave. Espera y observa su reacción. Parece que no se inmuta. ¿Demasiado suave? Se lo anota mentalmente para que con la siguiente inspirante el azote suave sea un poco más intenso. ¡Zas! Segundo azote medio. Se le escapa un grito suave. Le ha dolido. Anota. Para y respira profundamente, la mano empieza a dolerle de lo fuerte que agarra la pala. La mueve, la masajea y vuelve a agarrar con fuerza la pala. Coge aire profundamente y… ¡Zas! Tercer y último azote. Un azote intenso, muy intenso. Empieza a llorar. Anota. Afrodita muestra señales de dolor, pero belladona duda, no sabe si realmente ha azotado con intensidad, con la que azotaran los Amos. Por regla general ellos tienen más fuerza, pero a la vez se dice que si afrodita resiste su intensidad, es la suficiente como para pasar a la venta. Aún no ha terminado el test y si es comprada su nuevo propietario ya la pondrá a su altura.
-          Lo estás haciendo bien nena, no te rindas. Aguanta. ¿Quieres seguir?
-          Sí, Señora. Prosigue.
Necesita soporte positivo, sino se rendirá y de momento es una muy buena candidata. Puede que parezca que haya flaqueado, pero también es necesario mimar un poco. Ella está llorando, sus lágrimas decoran su cara y sin que se dé cuenta le cuela dos dedos en su interior, se le escapa un pequeño gemido. Está húmeda, muy húmeda. Señal de que disfruta con el dolor y será una esclava que entregue mucha cantidad de placer.
-          Mmm… bonito clítoris puta. Grande y muy florecido. Vamos a ver como esta de sensible.
Sin decirle nada, belladona se acerca a ella y de repente le coloca una pinza en cada pezón. Evidentemente, no se lo esperaba y se le escapa una pequeña queja de dolor. No puede dejar de preguntarse si aguantara. No le dice nada, ella sabe lo que debe hacer si no puede más. Pero para distraerla terminará con la exploración del coño, le queda el clítoris. Empieza a soplarle, ella se sobresalta, pero no para y le dedica tiempo. El cuerpo va reaccionando. Empieza a moverse, buscando fricción. Señal que necesita explotar.
-          Ni se te ocurra putita. No me obligues a descartarte. ¿Lo has entendido? – no dice nada – contesta puta, te he hecho una pregunta.
-          Si, Señora, lo he entendido.
-          Ah y no me digas Señora. No soy tu señora. Solo di si o de acuerdo. ¿Entendido? Puedes contestar.
-          Entendido.
Está en su punto flaco, pero la exploración no puede parar, así que le pasa la punta del dedo suavemente, arriba y abajo. Pequeños círculos. Pequeños golpecitos. Se va tensando. Quiere saber hasta dónde es capaz de llegar.
-          Di tu palabra de seguridad cuando estés al abismo del orgasmo.
-          De acuerdo.
Así que belladona continua con las caricias, con los golpecitos y los pellizcos. Gime, cada vez más acelerada. Y cuando estos son más rápidos…
-          Rojo.
Para. Es la señal acordada. Y evidentemente anota. Lleva un muy buen rato con las pinzas puestas. Es el momento de saber cuánto puede aguantar ahora que no tiene otro lugar en que centrar su mente. Belladona acerca una silla, la plata a su lado, se sienta y empieza a mirarla fijamente. Sabe lo incomodo que puede llegar a ser esta situación. Porque por mucho que lo quieras controlar llega el momento en que tu mente empieza a ir más rápido, empiezas a ponerte nerviosa y quieres decir algo. Entonces empieza la lucha entre decir algo o callar. Y belladona quiere observar cuanto tiempo tarda en llegar a este punto. Si, puede ser un pulso entre dos personas, pero solo una puede ganar y evidentemente será la que manda. Lleva puestas las pinzas unos diez minutos. Pero ahora es cuando empieza lo de verdad, ahora que la sangre no tiene otro lugar donde concentrarse. En breve, empezaran los primeros síntomas. Y como belladona esperaba, así es. Su respiración se ralentiza, se hace más profunda. Sus manos empiezan a agitarse. Decide no esperar más, se levanta lentamente, se acerca a afrodita y le saca la primera pinza.
-          Ufff…gracias – dice afrodita.
A continuación, le saca la segunda y en esta ocasión se le dibuja una pequeña sonrisa de satisfacción, cree que no la ha visto. Afrodita se siente liberada y es en este mismo instante cuando sus lágrimas se intensifican y empieza a llorar. Llora de liberación y agradecimiento.
-          Date la vuelta. Y muéstrame tu culo.
Su culo es grande y respingón. A simple vista es bonito. Esta chica será un buen lote, tiene el cuerpo perfecto y de momento el test lo está pasando con mucha satisfacción. Y belladona aplica los procedimientos anteriores, primero azotes y luego dedos. Vuelve a coger la pala. Ya no duda tanto, cada vez se siente más segura y así lo demuestra con los cuatro azotes que le ha dado. Cuatro azotes que siguen la misma tónica que en la zona anterior, suave, medio, fuerte e intenso. Realizar los dos primero azotes le es más fácil que nos dos últimos. Porque pone todo su empeño, saca toda la fuerza que tiene en su interior y sabe que han sido más fuertes que en la primera zona porque esta vez la esclava ha mostrado más señales de dolor que antes. Mismo procedimiento. Azote, pausa, observación y anotación. Y por fin llega aquel momento que más sufría belladona. No le es muy agradable, pero debe hacerlo. Se coloca un guante de látex, como si fuera una segunda piel. Se lubrica el guante. Y… empieza a introducir el primer dedo.
-          Rojo. – chilla afrodita.
Paro. Es virgen en esta zona y no será ella quien le rompa el culo.
-          Pone de pie, de cara aquella pared, pon las manos en ella. Ya estamos terminando puta.
En esta ocasión vuelve a tener la cola de gato en sus manos. Esta zona le es más fácil de azotar, levanta el brazo y… ¡zas! ¡Zas! ¡Zas! Ya así hasta cinco ocasiones. Sabe que son fuertes porque resuenan en toda la habitación. Y porque el gato deja roja la zona. Pero no solo por eso, porque con cada azote ella gime y se queja ligeramente. Es como si quisiera decir algo, pero sabe que no puede decir nada.  
-          Muéstrame lo que sabes hacer – le dice mientras le alarga un consolador en forma de polla.
No se mueve, es como si no supiera lo que tiene que hacer, o como si tuviera vergüenza. Belladona empieza a impacientarse.
-          Venga niña, a qué esperas, no tengo todo el día. Muéstrame lo que sabes hacer, ya.
Es ahora cuando reacciona tímidamente y empieza a actuar. La mira, la observa. Anota.
-          Muy bien. Vístete. Ya te llamaremos. Gracias.
-          A ti.
Belladona sale de la habitación con el formulario en la mano. Pasa por delante de las otras candidatas y entra en un pequeño despacho. Cierra la puerta. Se sienta en una mesa, vuelve a leer lo que ha escrito, recuerda la pequeña sesión vivida. Coge el bolígrafo y en apartado de valoración final anota… apta. Esta feliz, ya tiene la primera aspirante y es una gran mercancía. De momento todo va sobre ruedas.
Ahora solo desea que las cinco que le quedan sean igual de buenas que la primera. Bebe un poco de agua, sale del despacho, entra en la sala y la encuentra ordenada, buena chica afrodita, piensa. Respira profundamente, mira fijamente la puerta. Alza un poco la voz.
-          Que entre la siguiente.
La puerta se abre. Muy bien, vamos allá. Tiene que ser un poco más rápida. Con la primera ha perdido un poco demasiado de tiempo. Ahora ya sabe lo que debe y como hacer. Ya se siente un poco más segura de ella misma.

NOMBRE ASPIRANTE
Afrodita
TETAS
Tolerancia azotes
alta
Tolerancia pellizcos
Media
Resistencia pinzas
Media
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE: alto
MEDIO: medio
INTENSO: bajo
Comprobación humedad
Muy humedecida. Segregación alta de fluidos.
Observación clítoris
Grande. Sensibilidad media. Capacidad retención  orgasmo alta.
CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE: alto
MEDIO: alto
FUERTE: bajo
INTENSO: bajo
Numero de dedos en ano
Ninguno.
ESPALDA
Tolerancia 5 azotes
alta
BOCA
Comprobación técnica
A mejorar
ORDENES
Reacción a ellas
Buena. Cumple a raja tabla
RESULTADO FINAL
APTA

Y entra ella, la segunda. Según su ficha aunque su experiencia no es alta, ya pertenece a un Amo y puede deducir que la envía para que adquiera más experiencia. Es un recurso con el que cuentan varios Amos. Su indumentaria no sorprende a belladona. Se presenta semidesnuda, solo con un tanguita y unos zapatos de tacón.
-          Túmbate. No hace falta que te cuente nada, supongo que ya sabes cómo funciona. Así que vamos allá.
-          Cómo tú mandes.
-          Túmbate allí, sabes que no puedes correrte a lo largo del test. Si en algún momento quieres parar o estas en el abismo del orgasmo di ROJO. No puedes decir nada, salvo que yo te pregunte o te ordene. ¿Entendido?
-          Entendido.
No hace falta que le diga nada más. Se levanta, se despoja del tanga y va hacia la camilla. Se tumba.
Esta vez, belladona decide empezar por las pinzas. De esta forma mientras las lleva puesta proseguirá con la exploración del coño y así después seguirá con las tetas y por supuesto gana tiempo. Así que sin decir ninguna palabra va en busca de las pinzas, le coloca una y luego otra. Mala no reacciona, ni se inmuta.
-          Bien, voy a proseguir con el coño. Así que muéstrate.
-          Pero no terminas…
-          Nadie te ha dado permiso para opinar. Calla y cumple.
Rechista un poco pero termina obedeciendo. Eso no es buena señal, tendrá que seguir observando a ver cómo reacciona a las siguientes órdenes, puede que sea por eso por lo que la envía su Amo. Así que sin decir anda más, belladona levanta la mano con la pala en la mano y sin ningún tipo de duda… ¡zas! Primer azote suave, al estilo de su Amo. Rechista un poco, buena señal, este ha sido de la suavidad adecuada, pero lo ha aguantado bien. Belladona anota. Acto seguido, vuelve a levantar la mano y ¡Zas! Azote medio. Reacción positiva. Acompañada de un suave gritito y movimiento involuntario de cerrar las piernas.
-          Abre coño.
-          Es que duele – empieza a llorar – no puedo más…
-          Si vuelves a hablar te castigare severamente.
Belladona vuelve a levantar la mano es el turno del ultimo azote y cuando está a punto de empezar a bajar la mano con fuerza…
-          ROJO, ROJO, ROJO. PARA – chilla desconsolada.
-          De acuerdo. Vamos a proseguir.
Deja la fusta a un lado de la camilla. Debe de conseguir su respeto. No le parece una buena candidata por el momento, aunque tampoco es mala candidata, ya que da pie a que un buen Amo severo la ponga en su sitio. No espera a que se calme, simplemente le introduce tres dedos en su coño y comprueba que aunque la tolerancia al dolor no es muy alta, su cuerpo reacciona muy favorablemente. No se para y empieza a jugar con su clítoris. Siguiendo el mismo protocolo de antes. Le sopla suavemente, de menos a más. Y lo acompaña con caricias con la yema del dedo. Movimientos agiles de arriba abajo, jugando con el clítoris, dándole golpecitos suaves y seguidos. Dibujando pequeños círculos, de lentos a rápidos. Quiere llevarla al límite. Y parece que es capaz de aguantar y resistir muy bien. Su clítoris es muy apetecible, aunque es pequeño reacciona muy bien a las caricias y hace que su cuerpo se estremezca y mucho. Sigue jugando, la sigue provocando, empieza a tensarse, señal inequívoca.
-          Rojo. 
Bien, muy bien, belladona está satisfecha. Respira profundamente, se dirige a su lado y con poco cuidado le saca las pinzas.
-          Au.
-          Date la vuelta.
Esta vez obedece sin rechistar, belladona sonríe feliz, parece que va evolucionando favorablemente. Pero debe de seguir siendo severa si no quiere que ella se confié. Vuelve a coger la pala. ¡Zas! Azote suave. Y esta vez es suave porque queda poca marca. No le da tiempo a relajarse. ¡Zas! Azote medio. No se mueve, no rechista. Buena chica. Continua, tiene buen ritmo y no lo quiere perder. ¡Zas! Este ha sido fuerte, la ha marcado bien marcada y ella no ha podido evitar chillar. Pero lo ha aguantado bien. En realidad muy bien.
Mala sabe que el siguiente ser muy fuerte, será intenso. Belladona se prepara, levanta la mano pero no puede llegar a azotar porque aparta el culo.
-          Estate quieta. No lo estropees.
Belladona se vuelve a preparar y reza para que no se vuelva a apartar. Y… ¡Zas! Ella no se queja pero sabe que lo podría haber hecho perfectamente, porque le ha dolida a ella también. Le masaje un poco la zona para que se relaje. Después se coloca un guante y con la otra le sigue masajeando la zona y va observando como el ano se va abriendo. Según su ficha ya tiene experiencia, así que no duda y le introduce el primer dedo. Ella no se queja. Así que belladona sigue adelante y le introduce otro dedo. Lleva dos dentro y mala no se queja. Así que decide penetrar dos dedos manos. Con el cuarto mala empieza a quejarse y belladona decide sacarlo y dejar solo tres. Estos los aguanta bien, los tolera y busca el roce.
-          Quietecita monada. – le saca los tres dedos de golpe. – levántate.
Ella obedece y mira fijamente a los ojos de belladona. No sabe que esperarse, porque tiene la fusta en la mano pero la ha dejado caer en el suelo. Se acerca y agarra los pezones de mala entre sus dedeos. Los pellizca de forma progresiva, de suave a muy fuerte, esa es la idea. Quiere saber cuál es la tolerancia de ella. Y no es muy buena. Porque se queda en la tercera presión. En la intensa/baja.
-          Recoge la pala puta.
Le aguanta la mirada, la está mediando. Pero belladona no le dice nada, solo le mantiene la mirada hasta que ella se ablanda y obedece. Se la coge de la mano y la azota cuatro veces, dos y dos. De la misma intensidad, alta y sin pausas. No se queja.
-          Bien, date la vuelta y pon las manos en la pared.
Empiezo a azotar sin prisa pero sin pausa. Intensamente, lo que cree que puede resistir y no se equivoca. Los aguanta muy bien. Hay zonas a mejorar pero otras que las tiene muy dominadas. Acto seguido agarra el consolador en forma de polla.
-          Demuéstrame tus habilidades.
Se da la vuelta, coge el consolador y sin ninguna pizca de duda se entrega a ella. Poco a poco se la va introduciendo toda en la boca. Tiene una boca grande, le cabe entera. Le dedica tiempo, se nota que disfruta y que le dedica mucho. Esa es una gran forma de dar placer a su Amo y eso es lo que acaba de convencer a belladona de que si no hay ningún contra tiempo, será apta.
-          Muchas gracias. Ya puedes vestirte y recoger. Límpialo todo muy bien.
-          De acuerdo.
Belladona sale de la habitación y se va a su despacho a recapacitar. A tomar la decisión final.
NOMBRE ASPIRANTE
Mala
TETAS
Tolerancia azotes
Alta
Tolerancia pellizcos
Media
Resistencia pinzas
Baja/media
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE:  alta
MEDIO:  baja
INTENSO: nulo
Comprobación humedad
Chorreando.
Observación clítoris
Pequeño. Sensibilidad alta. Capacidad alargar el orgasmo a mejorar.
CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE: alta
MEDIO: alta
FUERTE: alta
INTENSO: media
Numero de dedos en ano
Tres
ESPALDA
Tolerancia 5 azotes
Alta
BOCA
Comprobación técnica
Muy buena.
ORDENES
Reacción a ellas
A mejorar. Evoluciona favorablemente a lo largo de la sesión.
VALORACIÓN FINAL
Apta/ acabar de decidir.

Ya ha explorado a dos de las seis candidatas elegidas. De momento solo tiene una en duda, pero aún no está todo dicho y sí se diera el caso tiene a otra a la retaguardia. Ya se siente más segura de sí misma, empieza a dominar la situación y a sentirse más cómoda. Es hora de proseguir con la siguiente.
Es el turno de Elsa, una esclava con mucha experiencia según su ficha, sin Amo que presenta libremente, eso solo puede significar que va en busca de un nuevo propietario y por lo tanto tendré que exigirle mucho, para comprobar si su experiencia es totalmente cierta.
-          Adelante, que entre la siguiente.
Y allí entra ella, alta, delgada, morena rubia, vestida con un vestidito corto transparenta que deja entrever sus intimidades, ya que no lleva ropa interior. El conjunto lo complementa con un antifaz y uno zapatos de tacón. Entra mirando al suelo, se coloca al centro de la habitación y sin que le diga nada se arrodilla y espera. Bonita postura, piensa belladona. Buena actitud.
-          Según tu ficha tu experiencia es alta, por lo tanto ya sabes cómo funciona. Sabes perfectamente que no puedes hablar a no ser que se te pregunte directamente. Para cualquier cosa, tu palabra de seguridad es rojo. ¿Entendido?
-          Entendido.
-          Pues vamos allá. Levántate, desnúdate y ponte de espaldas frente a la pared con las manos en ella. Y no me hagas esperar mucho que no tengo todo el día.
Se levanta rápidamente, se apresura a quitarse la ropa y se dirige rápidamente al lugar indicado. Mientras ella se mueve belladona aprovecha para observarla y darse cuenta que frente a ella tiene una escultura, un cuerpo muy bonito, con bonitas formas. Decide que la hará esperar un poco, para poner a prueba su paciencia. Lentamente se va acercando mientras coge las pinzas.
-          Ofréceme tus pechos, putita.
Elsa se gira, se coge los pechos con las manos y se los ofrece, buena actitud, belladona se queda sin palabras, tendrá que aprender de ella. Se dice a sí misma. Y sin mediar ninguna palabra más le coloca con seguridad y fuerza una pinza en cada pezón. Ni se inmuta. Es como si no llevara nada en ellos. Se gira y dirigiéndose al test…
-          Date la vuelta, ya.
No pierde ni un segundo, agarra con fuerza la cola de gato y cuando se dirige hacia ella, cambia de opinión y decide coger la fusta. Cambia de instrumento, será más severa, quiere comprobar ella misma si realmente tiene experiencia alta. Levanta la mano y… ¡zas!
-          Uno.
Se sorprende, porque ella no le ha dicho nada, pero es lo que se espera generalmente. No le dice nada. Vuelve a levantar la mano y… ¡zas! Elsa vuelve a contar, y no se mueve ni un pelo, aguanta como una campeona. Sabe que está azotando fuerte, lo sabe porque le duele el brazo. Respira profundamente y… ¡zas!
-          Tres. – coge aire, ¡zas! – cuatro – chilla. ¡zas! -  cinco.
Su respiración es agitada, los dos últimos le han dolido pero no lo perece. Es como si no hubiera pasado nada de nada. Se aleja de ella, guarda la fusta en el cajón, no la volverá a utilizar, ya ha comprobado lo que quería y ha quedado satisfecha.
-          Demuéstrame lo que sabes hacer.
Elsa se gira, coge el consolador y empieza a mostrarle sus habilidades para comerse una polla. Son buenas, empieza despacio y sin prisa. A belladona le gusta lo que está viendo, definitivamente parece buena.
-          Muy bien, gracias. Límpialo y recuéstate en la mesa. Seguiremos con el culo. ¿Cómo van las pinzas?
-          Muy bien, gracias por preguntar.
-          De acuerdo, voy a seguir. Recuerda, en cualquier momento…rojo.
Lleva un buen rato con ellas, al menos unos diez minutos y parece que no le duelen. Esta vez tiene en la mano la pala, sabe lo que tiene que hacer pero se siente un poco mal por lo que ha hecho anteriormente. No quiere que se note. Así que levanta la mano y empieza con los cuatro azotes establecidos. El suave, espera, observa y anota. El medio, pausa, sigue el mismo protocolo. El fuerte, pausa, observa, quiere tocar, no lo hace, anota.  Finalmente, el intenso. Muy buena tolerancia. Su respiración es un poco más agitada. Pero resiste y ella no se rinde. Coge el guante, lo lubrica e introduce el primer dedo lentamente, quiere saber cómo lo vive. Elsa se pone nerviosa, su respiración es más rápida acompañada de pequeños gemidos. Abre la boca, como si quisiera decir algo. Belladona no le da tiempo, saca el primer dedo y acto seguido penetra dos, esta vez con un poco más de brusquedad. Gime descontroladamente, le gusta y quiere más. Ella sabe muy bien lo que debe hacer, al igual que belladona. Saca los dos dedos bruscamente e introduce tres con mucha calma, poco a poco. Escuchando las reacciones de Elsa y sobretodo observando. Dicho esto, se da cuenta que se tensa y eso complica la penetración. Continua penetrando haciendo ligeros círculos, como a ella le gusta. Casi están dentro…
-          Rojo.
-          ¿Qué te duele, culo o pinzas?
-          Culo.
-          De acuerdo, los voy a sacar lentamente y tú me ayudaras, seguro que sabes cómo hacerlo. Vamos allá. Despacio.
Llevan ya media hora, está sorprendida por la resistencia de las pinzas. Se quita el guante. La deja respirar y calmarse mientras anota en el test lo que opina. Mientras decide que no quiere quedarse estancada en el tiempo, ya le ha quedado claro la capacidad de resistir las pinzas, es hora de sacarlas.
-          Estoy gratamente sorprendida, quítate las pinzas, déjalas en la mesa y túmbate en la camilla.
No hace falta decirle nada más. Se tumba boca arriba, hace caras de quejarse, normal tiene la espalda y el culo bien marcado. Una vez tumbada se abre de piernas, exponiéndose frente a mí.  Observo lo que tengo delante, el clítoris está muy bien descapuchado. Levanto la cola de gato, tocan tres azotes. Y sigo el procedimiento establecido, ¡zas! Suave. No hay reacción. ¡Zas! Medio. Se sobresalta, señal de que el clítoris está muy sensible. ¡Zas!
-          ¡Ai! – se le escapa, ha sido incontrolable, al igual que el cierre de piernas.
-          No, no. Abre las piernas. Ya queda poco, lo estás haciendo muy, muy bien.
Sin rechistar, cierra los ojos, respira profundamente y abre las piernas y me muestra el coño. Está húmedo, se le ven los fluidos. No hace falta tocar para comprobar. Solo queda comprobar cómo reacciona al jugar con su clítoris y después terminar con las tetas. Está muy sensible y puede que diga rápidamente rojo. Pero no puede dar marcha atrás, debe terminar este apartado. Así lo hace, empieza a jugar con el clítoris de la inspirante que tiene delante, lo hace siguiendo el protocolo de siempre, el que ha establecido en un primer momento,  como le ha funcionado decide no cambiarlo. Va jugando de suave a intenso. De lento a rápido. Observa el comportamiento corporal de la puta que tiene delante. Observa cómo se agarra con fuerza de la camilla, intenta controlar lo que le está subiendo, pero no puede.
-          Rojo – dice llorando. Siente que me ha defraudado. – Lo siento.
-          Tranquila, no pasa nada. Es muy normal tu reacción. Recupera la respiración y procedemos.
Ella sigue tumbada, observo como se va calmando, como va recuperando la respiración, aunque la estoy observando ella no se pone nerviosa, es capaz de aguantar la mirada penétrate de una desconocida y eso también es muy bueno. Se dirige a sus tetas, concretamente a sus pezones y empieza a pellizcarlos: suave, medio, alta, muy alta e intenso. Elsa, solo gime y cada vez más, según la presión de los pellizcos. Se la queda mirando y Elsa interpreta muy bien su mirada, le ofrece las tetas. Belladona levanta la mano y azota dos veces en cada una. Observa y anota.
-          Muchas gracias Elsa, ya te llamaremos. Ya sabes lo que debes hacer.
-          Si, ahora mismo lo hago.
Coge el test y sale de la habitación, sonriente y muy orgullosa. Tiene un buen lote en la mercancía. Se sienta en el despacho y sin ningún tipo de duda anota el resultado final.
NOMBRE ASPIRANTE
Elsa
TETAS
Tolerancia azotes
alta
Tolerancia pellizcos
Muy alta
Resistencia pinzas
Muy alta.
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE: alta
MEDIO: alta
INTENSO: media
Comprobación humedad
Muy buena. Muy buena lubricación.
Observación clítoris
Muy sensible. Capacidad media de aguantar los orgasmos.
CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE: alta
MEDIO: alta
FUERTE: alta
INTENSO: alta
Numero de dedos en ano
Tres.
ESPALDA
Tolerancia 5 azotes
Alta. Azotes realizados con fusta.
BOCA
Comprobación técnica
Muy buena.
ORDENES
Reacción a ellas
Muy obediente.
VALORACIÓN FINAL
Apta

Seguimos adelante, ya queda poco.
-          La siguiente.
Entra Arandel, nerviosa, mordiéndose la uñas, mirando todos los rincones de la habitación. Parece que no sabe muy bien ni cómo actuar ni qué hacer. Para empezar, según su ficha tiene poca experiencia, con un Amo, por lo tanto no se presenta libremente. Su Amo quiere que obtenga más experiencia.
-          Ho, ho, hola…soy…soy…
-          Sé quién eres. Nadie te ha dado permiso para hablar.
-          Perdón, estoy muy nerviosa – dice tímidamente.
-          ¿Qué te acabo de decir, nada de hablar sin permiso? Desnúdate y ponte de pie frente la pared.
Sus manos tiemblan, esta como un flan, no sabe por dónde empezar. Belladona empieza a impacientarse.
-          Venga chica, relájate ya de una vez y desnúdate. Voy hacerte una pregunta. ¿Quieres estar aquí? Responde.
-          Tengo que estar aquí, sino quiero ser castigada por mi Amo.
-          Solo tendrás una oportunidad, desnúdate rápido y empecemos.
Parece que reacciona, sus manos empiezan a desnudarse con determinación, mantiene la cabeza alta, mirando fijamente a los ojos de belladona. Una vez desnuda se da la vuelta lentamente hacia la pared. Belladona le tiende una mano con dos pinzas. No le dice nada. Espera a que reaccione. Pero arandel mira las pinzas fijamente, mueve la mano temblorosamente hacia delante y hacia detrás. Belladona le va acercando la mano lentamente. Hasta que arandel reacciona y las coge. Mira a belladona y esta asiente. Por deducción y con miedo, arandel intenta colocar la primera pinza. Le tiembla la mano, coge con fuerza su teta y no deja de mirar la pinza.
-          Venga puta, tú puedes. Colócate las pinzas, ya. – le dice severamente.
Respira profundamente, acerca su mano en el primer pezón y… ¡clic! Coloca la pinza. Empieza a temblar, su respiración se agita. Belladona le acerca la otra. No sabe si será capaz. Coge la pinza y… ¡clic!
-          Au, duele, no…no…
-          Ssshhh, respira poco a poco, cuando no puedas más di la palabra de seguridad, rojo.
-          De acuerdo. Pero…
-          Cállate y respira. Date la vuelta.
Belladona seguir el mismo procedimiento anterior, seguirá con la espalda. En la mano tiene la cola de gato, le cuenta que serán 5 azotes en total. Cuando se dispone a dar el primer azote, Arandel se aparta. Belladona le dice que eso no lo puede hacer, que se esté quieta.
-          Es tu ultima oportunidad
Vuelve a levantar el gato y… ¡zas!
-          Rojo – chilla arandel.
-          Vale, quítate las pinzas. Ya hemos terminado. Vístete.
Agarra su test y delante de ella lo hace añicos. Mientras arandel abre la puerta…
-          La siguiente, por favor – dice enfadada.

NOMBRE ASPIRANTE
Arandel
TETAS
Tolerancia azotes

Tolerancia pellizcos

Resistencia pinzas
Baja
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE:
MEDIO:
INTENSO:
Comprobación humedad

Observación clítoris

CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE:
MEDIO:
FUERTE:
INTENSO:
Numero de dedos en ano

ESPALDA
Tolerancia 5 azotes

BOCA
Comprobación técnica

ORDENES
Reacción a ellas
Lenta, pero obediente.
VALORACIÓN FINAL
No apta

Sabe que tendrá que buscar entre las fichas, para substituir a Arandel, pero no debe parar. La puerta se abre y entra pisando fuerte Saphira. Ella se muestra segura, ataviada con un sexy conjunto de ropa interior y unas pezoneras. Es bajita pero muy bonita. Entra, se pone frente a belladona, ella le hace entrega de las pinzas. Saphira sabe cómo funciona la cosa, tiene experiencia y se presenta libremente, eso es señal de que quiere estar allí. Alarga la mano, agarra las pinzas, se quita las pezoneras y sensualmente se coloca las pinzas. Hace una pequeña mueca de dolor, por no se queja.
-          Muy bien, vamos a proseguir, pone de pie de cara a la pared.
-          De acuerdo.
-          Ya sabes, rojo, en cuanto no puedas más.
No dice nada, más, se gira y se prepara para ser azotada. Como tiene experiencia, belladona decide que el primer azote será más fuerte de lo normal. Levanta el gato y… ¡zas! Saphira no se inmuta, así que belladona prosigue. ¡Zas! ¡Zas! Dos azotes seguidos y bien fuertes. La espalda le está quedando roja y ella gime. Le quedan dos azotes, estos serán más fuertes que los tres primeros y seguidos, sin pausa entre ellos. ¡Zas! ¡Zas!, han sonado fuerte, Saphira se ha querido apartar un poco, estos dos últimos le han dolido pero ha aguantado como una campeona. Belladona le indica que se tumbe boca arriba en la camilla. Saphira, se quita las bragas y se tumba en ella, se abre de primeras y con la ayuda de sus dedos se abre bien el coño, exponiéndose y enseñando todas sus intimidades. Esa es muy buena señal. Y belladona, vuelve a coger el instrumento de azotar, esta vez es la pala. Pero antes de empezar a azotar, observa atentamente como esta de húmedo el coño y le gusta lo que ve, con las pinzas y los azotes en la espalda, ella se ha humedecido muchísimo. El clítoris también está bastante descapuchado, belladona levanta la pala y… ¡zas! Primer azote, nada. ¡Zas! Segundo azote, esta vez ella se sobresalta un poco, pero no hace ningún movimiento de cerrar las piernas, respiración agitada y gimiendo, quiere más. Así que no la hace esperar y… ¡Zas! Ultimo azote muy intenso. Grita tímidamente, pero no se ha movido, resiste muy bien los azotes. Con fuerza le abre más las piernas y empieza a observar el clítoris de la puta que tiene adelante, siguiendo el procedimiento de las chicas anteriores, dando las mismas pautas de actuación. Se queda gratamente sorprendida por las reacciones de saphira, no protesta y cumple a raja tabla las órdenes. Cuando empieza a jugar con su clítoris, a los pocos segundos ella se tensa. Está muy sensible y está muy cargada. Levanta la mano, cómo pidiendo permiso para hablar.
-          Dime.
-          No sé si podré aguantar mucho más.
-          Aguantar lo que puedas. Y más.
-          De acuerdo.
Saphira se tensa, no puede controlar los movimientos de sus piernas ni del resto de su cuerpo. Son movimientos involuntarios, el orgasmo está muy cerca.
-          Rojo – chilla
Belladona para. El clítoris de saphira palpita frente a ella, ha estado muy al límite. Vaya su nivel de excitación es muy elevado y muy fácil de activar. De momento no se queja de las pinzas. Así que le hace entrega del consolador grande para que le demuestre su técnica. Al principio se muestra un poco tímida, pero cuando se libera…muestra una gran técnica. Sabe lo que debe hacer y vaya como lo hace. Se muestra segura aunque respira agitadamente, está cargada de placer, intenta fregarse con cualquier cosa para darse placer.
-          Quietecita puta. No puedes correrte.
-          Perdona.
-          ¿Aguantas más las pinzas?
-          No, mucho. Empiezan a dolerme.
-          Bien, vamos a ver. ¿quieres que te las quite?
-          Si, por favor.
Decide no hacerla sufrir más y con mucho cuidado le quita las pinzas. Respira aliviada. Y con una simple señal de belladona, se da la vuelta, mostrando su culo grande pero un poco fofo. Una maravillosa superficie para azotar.  Con la pala en la mano las dos saben lo que pasara a continuación. Así que no hace falta decir nada. Saphira coge con fuerza la pala y… ¡zas! Le da suavemente, es como si no lo hubiera notado, porque no se mueve ni se queja, ni gime. Así que no para, no le deja un tiempo. Vuelve a levantar la mano y… ¡zas! Este más que medio, ha sido un medio alto. En esta ocasión Saphira se queja un poco, pero no se ha movido ni un centímetro, sabe cómo debe comportarse. Deja que la zona se calme un poco, pero no deja pasar mucho rato, vuelve a levantar la mano y… ¡zas! Azota fuerte.
-          ROJO.
Señal de que el siguiente no lo resistirá. Es en este momento en el cual duda un poco, o ella ha sido poco azotada o belladona tiene más fuerza que su Amo, y eso no lo cree.  
-          Masajéate un poco la zona.
Mientras ella relaja un poco la zona azotada, belladona se prepara, se pone el guante de látex y lo lubrica para facilitar la entrada de sus dedos en el culo de ella.
-          Bien, abre bien ese culo.
Saphira hace lo que le han ordenado. Y belladona introduce su primer dedo sin ningún tipo de compasión. Ella se queja, pero no se mueve. Saphira saca el primer dedo y suavemente empieza a introducir dos dedos. Nota como saphira se va abriendo, esta estrecha y empieza a palpitar. Le gusta, disfruta, porque ella hace fuerza para sentir más profundamente los dedos. Así que belladona saca rápidamente los dedos y sin ningún descanso introduce tres dedos, que entran sin ningún tipo de problema.
-          ¿Cuántos dedos entran normalmente?
-          4
Así que decide no perder el tiempo y comprobar como acepta cinco dedos. Pero cuando está a punto de entrar el quito dedo… saphira empieza a quejarse. Y belladona no será la que logre colar ese quito dedo. Así que los saca.
-          Muy bien esclava. Ponte de pie y ofréceme las tetas.
Belladona coge los pezones de saphira y empieza a estrujarlos. De menos a más observando como reacción saphira entre sus dedos. Cuando los dedos de belladona empiezan a dolerle de la presión que hace y ve que ella no reacciona. Los suelta sin ningún tipo de miramientos. Están rojos como un tomate.
-          Enséñame como te pellizcas tú.
Empieza a auto pellizcarse, no lo hace mucho más fuerte que belladona, pero los gira hacia un lado y hacia otro. Belladona observa sus reacciones, su cara es de placer, mueve su cadera buscando alguna cosa con la que frotarse, pero no hay nada cerca. Está muy caliente.
-          Vale, para. Vamos con la última prueba.
Y le enseña la fusta. La cara de saphira es de susto, pero no cambia de opinión. Son cuatro azotes. Los dos primeros son suaves para ver cómo reacciona y cómo tolera la fusta. Se ha mesclado un quejido con un gemido. Así que vuelve a levantar la fusta y… ¡Zas! Azote intenso en una de las tetas. Saphira grita fuerte. Pero asiente con la cabeza, quiere el otro azote y no será belladona quien se lo niegue. Así que… ¡Zas!
-          Muchas gracias, ya puedes vestirte y recoger. Ya te llamaremos.
Abre la puerta, respira aliviada y se va, dejando a saphira sola en la habitación. Se dirige a su despacho en busca de otra candidata, solo queda una en la sala de espera y debe de encontrar seis. Ya tiene a cuatro de seis.
NOMBRE ASPIRANTE
Saphira
TETAS
Tolerancia azotes
Con la fusta alta
Tolerancia pellizcos
Muy alta
Resistencia pinzas
Media
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE: alta
MEDIO: alta
INTENSO: alta
Comprobación humedad
Muy buena
Observación clítoris
Grande, rosado, muy sensible. Fácil de activar.
CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE: alta
MEDIO: alta
FUERTE: alta
INTENSO:  no realizado
Numero de dedos en ano
4
ESPALDA
Tolerancia 5 azotes
ALTA
BOCA
Comprobación técnica
Muy buena.
ORDENES
Reacción a ellas
Muy obediente. Reacciona rápido.
VALORACIÓN FINAL
Apta

Bien, vamos a por la penúltima, ya ha llamado a la substituya y viene de camino. Las órdenes han sido claras, tiene 20 minutos para llegar si quiere participar en el acontecimiento. Espera que cumpla.
-          Bueno, vamos allá Arya.
Ha entrado dudando un poco, pero no transmite miedo. Es novata, no ha tenido ningún tipo de contacto con ese mundo y ha elegido la parte más difícil para iniciarse. Así que belladona decide explicarle como funcionara el test y que debe hacer en cualquier caso, si quiere parar.
-          De acuerdo.
Acata bien las órdenes. Y aunque duda un poco está segura de lo que quiere hacer. Belladona le indica que se desnuda, que agarre las pinzas y se las coloque en sus pezones. Después que se ponga de cara a la pared. Una vez se ha colocado las pinzas empieza hacer ruidos y respirar profundamente.
-          Ai, ai, ufff…ufff…
-          ¿Puedes seguir?
-          Si, si puedo.
Buena reacción, así que belladona sigue para delante. En la mano tiene el gato. Lo levanta y empieza a azotar la espalda de Arya. Realiza cinco azotes, de menos a más para observar cómo reacciona. Es buena, no se aparta, se mantiene firme y los dos últimos azotes no han sido precisamente suaves, han sido bastante intensos. Y ha resistido como una campeona. Belladona empieza a ver una gran esclava a la venta. Una gran mercancía. 
-          Rojo
-          ¿Las pinzas?
-          Sí, no puedo más.
-          De acuerdo, quítatelas. Después muéstrame lo que sabes hacer con tu boca.
Coge el consolador con las manos temblorosas, mira el juguete  de arriba abajo, según su ficha es virgen en todos sus agujeros. La invita a que siga adelante y muy lentamente empieza a jugar con el consolador. Pone todo su empeño. Cierra los ojos y se deja llevar. Lo que al principio parecía un desastre, poco a poco va mejorando. Por su cara se ve que está disfrutando y le gusta lo que está viviendo. No sabe cuándo debe para y empieza estar un poco agobiada. Así que...
-          Bien, muy bien. ofréceme tus tetas.
Se da la vuelta, y se queda con los brazos a un lado. Belladona se acerca a ella, le agarra sus manos y se las pone en sus tetas.
-          Así, aguántalas bien fuertes. Eso es mostrar y ofrecer. Primero pellizcaré, luego azotaré. ¿Sabes lo que debes decir, si no puedes más?
-          Si, la palabra es rojo.
-          Bien, pues seguimos.
Belladona acerca los dedos en los pezones de Arya. Y empieza a presionar, a girar y a dar golpecitos. Cada vez están más rosados y más erectos. Arya tiene los ojos cerrados, está concentrada y se va animando, susurra palabras de ánimo. Belladona aumenta la presión todo lo que puede y más. Empiezan a dolerle los dedos y poco a poco va aflojando. Bien. Muy bien. En esta parte tiene la tolerancia muy alta. 
Belladona coge el gato en la mano. Serán cuatro azotes. Dos medios suaves y dos fuertes. Arya tiene los ojos cerrados y apretados, respira profunda y lentamente. Belladona levanta la mano y… ¡zas! Espera para ver su reacción al primer azote.
-          Au – dice con voz muy baja.
-          Abre los ojos, esclava.
Y lo hace sin rechistar. Belladona vuelve a levantar la mano y… ¡zas! Azota la otra teta. Arya da un paso hacia atrás. Empieza a derramar alguna lágrima. Pero no dice la palabra. Así que belladona, vuelve azotar, y esta vez muy fuerte la otra teta. Arya se mantiene firme en su sitio y con los ojos bien abiertos. Deja salir el aire. Belladona procede con el último azote. Buena reacción. Su cara es de dolor, pero no se ha movido ni un ápice.
-          Túmbate en la camilla y muéstrate.
Arya se tumba en ella y abre las piernas. Belladona se acerca y le indica cómo debe abrirse el coño. Y Arya la obedece, sigue todas sus indicaciones mientras belladona le enseña el gato y la pala. Le da a entender que elija y Arya mira fijamente la pala. Buena elección, aunque puede que un poco equivocada. Es valiente. Eso también le gusta a belladona. Así que deja el gato y coge la pala con su mano buena. La levanta y da el primer azote. Suave. Y es extremadamente suave, lo ha hecho para que ella se acomode a la situación y sea consciente de lo que le viene. Así que procede con el segundo azote. Este es un poco más fuerte e involuntariamente Arya cierra los ojos y hace la intención de cerrar las piernas. Pero no lo hace, las vuelve abrir. Belladona deja que la zona respire un poco, pero no espera mucho tiempo, ya queda poco para los veinte minutos y quiere escuchar la puerta. Vuelve a levantar la pala y… ¡Zas! Azote fuerte.
-          Aiiii, ¡Rojo! – chilla desesperadamente.
Belladona le vuelve abrir las piernas, porque las ha cerrado en este último azote. Y aprovecha para observar el clítoris y comprobar su humedad. Queda muy satisfecha con lo que ve. Y sin decir ni esperar nada empieza a jugar con el clítoris de Arya. Siguiendo el procedimiento establecido. Ella se retuerce en la camilla, gime, respira agitadamente, se tensa, mueve la cabeza de un lado a otra, está nerviosa, no sabe cómo debe actuar. Quiere decir la palabra pero también quiere liberarse. Belladona no dice nada.
-          ROJO.
-          Muy bien. Lo estás haciendo muy bien. Date la vuelta.
Se da la vuelta y deja al alcance de belladona su trasero pequeño y respingón. Esta zona solo la debe azotar. Mientras se prepara con el gato, escucha la puerta y mira el reloj. Muy bien, ha llegado puntual la nueva inspirante. Esa la alegra mucho. Y con el gato en la mano empieza a azotarla, son cuatro azotes. Primero el suave. Ella no se mueve, ni se queja. Esta tolerancia es alta. Seguidamente y en la otra nalga… ¡zas! Un azote medio, esta vez Arya se sobre salta y deja salir un pequeño grito. Vuelve a respirar profundamente, aprieta con fuerza las manos en la camilla, sabe que ahora viene uno de los buenos. ¡Zas! Ha sido fuerte, grita desesperadamente y llora, llora desconsoladamente. Le ha dolido, pero no dice nada. Pero cuando se dispone a realizar el último azote…
-          Rojo.
-          Masajéate la zona, lo has hecho muy bien. Relájate, vístete y limpia la habitación. Ya te llamaremos.
Belladona sale de la habitación y feliz se va a su despacho. Mientras sale mira a la nueva inspirante. Y le gusta lo que ve. Cree que ya está a punto de terminar con la tría.
NOMBRE ASPIRANTE
Arya
TETAS
Tolerancia azotes
Buena.
Tolerancia pellizcos
Muy alta
Resistencia pinzas
Muy baja
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE: alta
MEDIO: media/alta
INTENSO: baja
Comprobación humedad
Muy alta
Observación clítoris
Pequeño, rosado y muy sensible. Resistencia alta.
CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE: alta
MEDIO:  media
FUERTE: media/alta
INTENSO: nulo
Numero de dedos en ano
A desvirgar
ESPALDA
Tolerancia 5 azotes
Alta
BOCA
Comprobación técnica
Buena.
ORDENES
Reacción a ellas
Muy buena reacción.
VALORACIÓN FINAL
Apta

Mientras vuelve a la habitación mira de soslayo a la nueva inspirante. Respira aliviada porque tiene experiencia, eso pone las cosas más fáciles y rápidas, o eso espera y desea. Se presenta libremente, eso solo puede significar que actualmente no tiene Amo.
-          La siguiente.
Sandy entre cabizbaja con un buen vestido que le deja los pechos al aire libre y deja ver sus intimidades, el culo y el coño. Se pone frente a belladona, con las manos a los lados y mirando hacia abajo. No dice ni hace nada. Buena actitud.
-          Bien, ya sabes cómo va esto. Así que si en cualquier momento necesitas parar tu palabra de seguridad es Rojo. ¿Lo has entendido? Puedes contestar.
-          Sí, todo entendido.
-          Pues vamos allá. Ponte las pinzas y colócate frente la pared, cara ella. ¿De acuerdo?
-          Sí.
Sin levantar la vista se dirige al sitio que le han indicado. No es necesario desnudarse, las partes necesarias quedan accesibles y a la vista. Agarra con determinación las pinzas y sin dudar y sin ningún tipo de cuidado se las coloca. Su cara sigue siendo una pared en blanco, no se inmuta, ni se queja. Antes de empezar con los azotes belladona le da a elegir el instrumento, sobre la mesa hay tres: cola, fusta y látigo.
-          Señala con que quieres ser azotada.
Sin levantar la vista señala el látigo. Buena elección piensa belladona, lo agarra con fuerza y sin ninguna pizca de duda… ¡zas! ¡Zas! ¡Zas! Es a partir del tercero que Sandy empieza a reaccionar, agarra con fuerza la pared, gime y se queja por lo bajini. Pero no dice nada, así que decide continuar. ¡Zas! ¡Zas!. Espalda bien roja y ella aguanta.
-          Date la vuelta. Muéstrame lo que sabes hacer.
Sandy coge el consolador, es grande y ancho. Empieza a metérselo en la boca y lentamente va entrando todo, entero hasta el  fondo. Acto seguido va mostrando sus habilidades, lo lame, lo chupa, se la mete y se la saca. Y ella empieza a gemir, empieza a moverse, le gusta y se está excitando. Se está volviendo loca y eso le gusta mucho a belladona.
-          Fantástico esclava. Túmbate en la camilla y muéstrate.
Se levanta la falda, se tumba en la camilla, se abre las piernas y con la ayuda de sus manos se abre el coño y se muestra tranquilamente y sonriente. Entonces belladona coge la pala y la azota tres veces. Suave, medio e intenso. En ninguno de los tres azotes Sandy hace ningún movimiento de cerrar las piernas, solo gime y se le escapa un…más, por favor.
-          Tú no eres nadie para pedir. Solo yo te daré lo que te merezcas.
¡Zas! ¡Zas! La azota dos veces con la mano, tan fuerte que le duele a ella, en las tetas que están sensibles por las pinzas. Sandy empieza a llorar.
-          Lo siento. No volverá ocurrir – dice entre sollozos.
-          Así me gusta, que hayas aprendido la lección.
Automáticamente mientras observa el grado de humedad aprovecha para jugar con su clítoris. Golpecitos, círculos grandes y pequeños. Pellizcos fuertes y flojos. Le sopla suavemente. La va provocando, busca su orgasmo, busca su límite. En cierto modo Sandy sabe que la está castigando un poco más por su petición. Ella se agarra con fuerza en la camilla, se mueve, se retuerce, gime locamente. Belladona aumenta el ritmo de las caricias y Sandy se vuelve un poco más loca, no puede más. Intenta aguantar todo lo que puede y más, se tensa y su coño empieza a palpitar y cuando ya está a punto de dejarse ir…
-          Rojo, rojo, rojo.
Belladona para, sigue a raja tabla las indicaciones que le ha dado a ella. Así que para y vuelve a mirar la humedad del coño.
Lleva veinte minutos con las pinzas. La dejo respirar un poco, para que se calme. Belladona la observa fijamente, para ver si se pone nerviosa cuando es observada y nadie hace nada. Ella no se mueve, sigue con la respiración agitada por lo último vivido, pero poco a poco se va calmando y va recuperando el ritmo cardíaco. Belladona le quita las pinzas y ella una pequeña mueca de dolor acompañada de un suspiro largo.
-          Date la vuelta y muéstrame el culo.
Sandy se gira, y se muestra, se arrodilla dejando el culo elevado y más accesible, con las manos se abre y muestra el ano. Buen culo, grande, rosado y respingón. Belladona agarra la fusta. Y empieza a azotar. Suave, no se mueve. Medio, tampoco reacciona. Fuerte, grita suavemente y empieza a sollozar. Pero no se mueve, esta inmóvil. Finalmente…el intenso.
-          Au, buffff – se queja y deja salir el aire acumulado.
-          Lo estás haciendo muy bien. Voy a seguir. ¿Recuerdas la palabra de seguridad?
-          La recuerdo.
Belladona se pone un guante y lo lubrica. Directamente le introduce tres dedos lentamente. Y una vez dentro los empieza a mover despacio y en círculos de pequeños a grandes. Sandy disfruta, le gusta. Así que belladona saca los tres dedos y sin esperar introduce un cuarto. Entran bien, deslizan sin ninguna dificultad y ella los acepta fácilmente. Empieza a moverse a gemir con locura. Y belladona para. Le saca los dedos. Y le ordena que se levante y le ofrezca las tetas. Sandy obedece sin rechistar, se coge las tetas por debajo y se las muestra y ofrece. Belladona se acerca a ella y con los dedos empieza a pellizcar los pezones, primero suavemente y poco a poco va aumentando la presión. Hasta que Sandy empieza hacer muecas de dolor y hasta el límite de sus fuerzas. Acto seguido agarra la cola de gato, lo levanta con firmeza y mirando a Sandy fijamente en los ojos…  ¡Zas! Lo azota por primera vez, son cuatro azotes en total, la intensidad es entre media y alta. Sandy no se queja, ni se mueve. Disfruta de los azotes, gime de placer. Está muy cargada y le gustaría poder explotar. Se siente orgullosa al igual que belladona, otra gran candidata que formara parte de la mercancía de su Amo.
-          Muchas gracias, ya puedes arreglarte y recoger la habitación. Ya te llamaré.
Belladona no dice nada más y se dirige hacia la puerta. Sale de la habitación muy contenta por el trabajo bien hecho y se dirige a su despacho. Se sienta en la butaca, observa el último test realizado, coge su bolígrafo y anota el resultado final. Acto seguido coge el teléfono y llama a su Amo.
-          Amo… test realizados y con mucho éxito. Ya tenemos a las seis candidatas.
-          Enhorabuena, llévame los resultados quiero ver los resultados.
-          Ahora mismo, no tardare. Hasta ahora.
-          Hasta ahora, perrita. Buen trabajo.
Belladona se levanta, coge las hojas y sale hacia el punto de encuentro con su Amo. Está orgullosa y feliz.

NOMBRE ASPIRANTE
Sandy
TETAS
Tolerancia azotes
Muy alta.
Tolerancia pellizcos
Muy alta
Resistencia pinzas
Muy buena.
COÑO
Tolerancia 3 azotes
SUAVE: muy  alta
MEDIO:  muy alta
INTENSO: muy alta
Comprobación humedad
Muy alta. Chorreando.
Observación clítoris
Pequeño, respingón. Muy sensible y buena resistencia al control del orgasmo.
CULO
Tolerancia 4 azotes
SAUVE: muy alta
MEDIO:  muy alta
FUERTE: muy alta
INTENSO: alta
Numero de dedos en ano
4
ESPALDA
Tolerancia 5 azotes
Muy alta.
BOCA
Comprobación técnica
Muy buena.
ORDENES
Reacción a ellas
Muy buena reacción. Acata sin rechistar.
VALORACIÓN FINAL
Apta