Han pasado unos cuantos días sin
que me sentara frente al ordenador para escribir en mi blog personal, un blog
dónde me expreso libremente y dónde yo decido lo que cuento o no, y lo que
pongo o no. Dicho esto, con estas líneas quiero expresar lo que he vivido,
sentido y experimentado los cuatro días junto a mi Amo. A modo de resumen, diré
que han sido maravillosos, llenos de grandes momentos.
En cuatro días he podido
descubrir todo, o mejor dicho, casi todo lo que puede sentir el cuerpo que te
pertenece, y que soy responsable de llevar de un sitio a otro. Tengo que
confesar que dudaba de mi capacidad de entregarme a usted, mi capacidad de no
dudar e intentar dejarme llevar. Pero a su lado, las cosas parecen más fáciles y
entregarme a ti ha sido mucho más fácil de lo que imaginaba. Sin tiempo de
pensar, sin tiempo de decidir, simplemente a actuar y a obedecer sus órdenes.
Uno de mis grandes miedos, era
si sería capaz de verle como Amo, de dejar de lado a la relación de amistad que
nos unió y nos llevo a la relación actual. Pero tengo que decir, que la clave
para verle y sentirle como mi Amo, es la tonalidad de su voz. Como se vuelve de
placida a severa, de suave a fuerte. Su voz me indica cuando es mi Amo y cuando
es mi amigo. Esta es la clave para que mi entrega sea tal y como debe ser. El poder
de tu voz es indescriptible, no hay palabras para poder expresar lo que me hace
sentir, y hasta dónde es capaz de llevarme y transportarme.
Estos días me he entregado a ti,
de forma libre y voluntaria. Le entregaba mi placer de forma muy sentida, y muy
orgullosa de poder dárselo. Al sentir sus manos sobre mí, el cuerpo reaccionaba
solo, los pezones se tensaban, la piel se erizaba y el sexo se humedecía. Siguiendo
un orden, como si estuviera escrito, primero sentir como todo el cuerpo se
tensaba, seguidamente los pezones se ponían erectos, luchando para salir de la
ropa que los tenia prisioneros, y acto seguido notar como el sexo se humedecía.
Cada
pequeña sesión era una fuente de explosión de entrega y placer. Sesiones intensas,
que pasaban como un suspiro de aire fresco. Cada sesión un descubrimiento
nuevo. Una sensación nueva vivida y experimentada. Aplicando las ordenes que ya
habíamos trabajado, y aplicando de nuevas. Ordenes claras y concisas, sin
tiempo a dudar, solo a reaccionar y obedecer. Controlar el orgasmo, entregártelo
cuando lo pidieras. Controlar los movimientos de mi cuerpo, como si estuviera
atada sin estarlo. Controlar mi boca, que a veces expresaba y pedía cosas
cuando no debía. Intentar controlar la sumisa insumisa que llevo dentro.
Con todo esto, para aprender a
controlar he recibido algún que otro castigo, bien merecido, para darme cuenta
de mis errores y poderlos remediar. Aun me queda mucho por aprender, pero sé
que junto a ti aprenderé rápido y controlare todo lo que tengo que controlar. Pero
no hay que olvidar, que también he sido premiada por las cosas bien hechas. Ni olvidar
las suaves caricias y tiernos abrazos de después para poco a poco, relajar
nuestra respiración, disfrutar de la experiencia vivida y mimarnos mutuamente
para volver en sí.
En definitiva, han sido cuatro días
de entrega total, de grandes experiencias y con ganas de volver estar cerca de
usted mi Amo, para volver a sentirlo y poder entregarme de nuevo a ti.