Pàgines

dissabte, 22 de juny del 2013

DOLOR Y PLACER

Me ha costado un poco llegar hasta aquí, pero por fin disfruto de los azotes, y por fin me dan el placer que desde mis inicios he estado buscando. Ya no me dan miedo, ya no es solo dolor, ahora es dolor y placer, una mezcla fantástica.
En este post os quiero describir dos sesiones en que los azotes fueron los protagonistas.

AZOTES EN LOS PECHOS

Hasta día de hoy, los azotes los había realizado en el culo y en el sexo, sí alguna vez también en los pechos, pero no de forma única y exclusiva. Esta vez los protagonistas fueron ellos. La tarea concisita en azotar diez veces el pezón derecho, diez el izquierdo, luego azotar diez veces la parte superior del pecho derecho y luego el izquierdo.
La verdad es que en los pezones los azotes eran más dolorosos que en la parte superior del pecho, pero su forma de reaccionar fue espectacular. Mientras azotaba el pezón derecho, el izquierdo iba reaccionando. Con cada azote iba floreciendo y luchando para salir. Para acto seguido, cuando azotaba este pezón que ya estaba en acción, reaccionara el otro. Sentía como iban saliendo, como se iban poniendo duros, erectos y sensibles. Con solo una suave caricia en ellos estoy casi convencida que hubiera tenido allá mismo un pequeño orgasmo. Ya que a la vez que los pezones reaccionaba, el sexo también lo hacia. Los otros veinte azotes, realizados en la parte superior, provocaron que todo el cuerpo fuera reaccionando, que la sangre se acabara de concertar toda en ellos y que cada vez más estuviera más húmeda. La tarea, termino con un pequeño premio, un orgasmo. Cuando me acaricie descubrí que estaba mucho más húmeda de lo que nunca hubiera imaginado, estaba contenta y feliz, ya que por fin toda yo reaccionaba como es debido. El orgasmo fue fantástico, de aquellos que le gustan a mi Amo, y a mí.
Pero la tarea no termino aquí, cuando mi Amo me plantea un nuevo reto, como mínimo lo tengo que realizar dos veces, una primera vez con el número que él me indica, y la segunda vez subiendo cinco o los que yo me vea capaz. La primera vez fueron un total de 40. Para la segunda vez, tenia que subir a 20 más en total o si me veía capaz unos cuantos más. Logré añadir los 20, pero ya estaban al limite de de más dolor que placer y no me vi capaz de continuar. Así que volví a disfrutar igual o más que la primera vez, pero me quedo el gusanillo de subir un poco más con los azotes. Pero estoy feliz, entre las dos tareas fueron un total de 100. 40 azotes la primera vez y 60 la segunda. Nunca hubiera imaginado que fuera capaz de llegar tan lejos con los azotes. Pero los disfruto, me gusta descubrir como reacciona el cuerpo y sobretodo ver el bonito color que queda luego, un rojo intenso pasión. Solo sé que esta vez ha salido bien, y que lo volveremos a intentar, por supuesto. Pero debo de tener siempre presente, que esto no quiere decir que siempre debe de salir bien. Me es difícil aceptarlo, pero poco a poco lo voy comprendiendo y así, si alguna vez algo falla ya no me siento tan frustrada.

AZOTES EN EL SEXO


Como ya os he dicho este post va de azotes, primero en el pecho y ahora es el turno del sexo. En este aspecto estoy aprendiendo a diferenciar los placenteros de los de castigo. Y creedme, me quedo con los placenteros.
La tarea de los azotes en el sexo consiste en realizar 20 azotes en tres fases. Es decir me doy los azotes y luego orgasmo de clítoris, veinte azotes más y orgasmo en el sexo externo y finalmente veinte azotes más y orgasmo con penetración.  
A diferencia de los azotes en el culo o en el pecho que poco a poco van haciendo que toda yo reaccione, en el sexo me cuesta más. Los veinte primeros, sirvieron para calentar los motores que digo yo, pero los que realmente subieron la temperatura fueron los cuarenta siguientes. Si, que el sexo va reaccionando pero se resiste un poco. Pero cuando todo esta sensible, cuando toda la excitación y la sangre esta concentrada en el sexo, provoca que los orgasmos no tardeen en llegar, la sensibilidad de la zona agradece las suaves pero intensas caricias, terminado su relajación con un orgasmo. Al igual que la tarea anterior, esta también la repetimos, y la segunda vez fue una tanda de veinticinco azotes y dos de treinta. Si lo sumo da un total de 85, y la verdad me quedo helada de ser capaz de llegar tan lejos. Cada vez me sorprendo más de mi misma y sé que tengo de seguir trabajando en este tema, porque hemos descubierto que el cuerpo, no me reacciona igual cuando los azotes los recibo cuando ya estoy en acción o cuando empezamos directamente con ellos. Deduzco que al no estar del todo excitada, aunque siempre estoy a punto para mi Amo, hace que los primeros azotes no den el resultado deseado.

Si, me voy superando, y esta superación la puedo lograr gracias a ti, a tu paciencia, a tus consejos y a tu comprensión. Cada día me entrego más a ti. Así que como siempre, gracias por todo, no solo por desear que sea tu sumisa, sino también por verme y saber en todo momento lo que necesito, como me siento y si estoy lista o no para subir un peldaño.


diumenge, 16 de juny del 2013

EL REENCUENTRO

Esta no es una historia real. Forma parte de mi imaginación y mis fantasías. Aquí os dejo la segunda parte.


-2-

El día empezaba a despuntar, los rayos de sol se colaban entre las cortinas de la habitación y caían encima del dormido cuerpo de Aryan. Su respiración era pausada y tranquila, la noche anterior había sido intensa y no se veía con fuerzas para abrir los ojos. Eragon la miraba en silencio, con ganas de tocar, no solo aquel cuerpo que le pertenecía, sino también a su chica. Llevaba dos horas despierto, contemplándola y ya no podía más. Necesitaba volver a someter a su sumisa, llevaban demasiado tiempo lejos el uno del otro. Así que no lo dudo y la empezó a despertar, acariciando suavemente su cuerpo, besándolo y susurrándole:
-Buenos días mi perrita. Vamos jugar.
Aryan se dio la vuelta y medio dormida y con una gran sonrisa le dijo:
-Será un placer mi Amo. Aquí tienes a tu cuerpo.

No lo dudo dos veces y la beso con pasión mientras la iba despojando de la ropa interior. Sus manos empezaron a tocarla de forma juguetona. Sin dejarse ningún rincón para explorar. Empezó por los pechos, acariciándolos suavemente e intercalando pequeños pero fuertes pellizcos en los pezones. Sentía como su sumisa iba subiendo de temperatura, como se movía bajo sus manos, ella quería más igual que él. Le gustaba sentirla gemir de dolor y placer, aquello lo excitaba mucho más. Pero no se quedo allí, fue resiguiendo aquel hermoso cuerpo hasta encontrarse el sexo. Su perrita estaba caliente.
-Bien mi putita, veo que ya empiezas a estar como a mi me gusta.
-Si mi Amo, solo sentir tu voz y tus manos sobre mi, el cuerpo ya reacciona.
-Así me gusta.
Así que prosiguió, tocando y torturando su clítoris, lo quería abierto del todo y a ella bien húmeda. Iba a jugar y hacer que los dos disfrutaran. Sabia que ella deseaba sentirlo dentro pero no le iba a dar aquel regalo, de momento.

Aryan estaba cada vez más caliente, empezaba a desearlo, necesitaba y quería sentirlo dentro de ella, pero aun no era el momento de pedirlo. Tendría que esperar y seguir disfrutando de las caricias de su Amo. No lo podía evitar cada caricia el cuerpo reaccionaba y su placer aumentaba y no podía contener sus gemidos.

De repente dejo de sentir las manos de Eragon.
-No por favor, no pares- pensó por sus adentros.
Eragon se levanto y se fue en busca de una vela. Pero se tomo su tiempo disfrutando del estado nerviosa que iba cogiendo Aryan. Le gustaba provocarla, no aguantaría mucho sin quejarse. Y no se equivoco.
-Mi Amo... ¿donde estas? Por favor no me dejes así.
-Mi perrita, ya sabes que aquí mando yo y hago lo que quiero. Así que serás castigada por eso.
Aryan se maldecía por haber abierto la boca, pero la torturaba no saber nada de su Amo y el inmenso silencio que la rodeaba. Eragon la giro con fuerza.
-Prepárate putita, voy a darte un merecido castigo. No quiero sentir nada. Solo tu respiración. ¿Entendido?
-Si mi Amo.
-Muy bien. Abre las piernas.
Aryan sabia que seria duro. La iba azotar en el sexo, eso no había problemas le gustaba pero no sabia si seria capaz de aguantar sin decir nada.
Los azotes empezaron, uno detrás de otro. Solo se escuchaba el ruido de la mano al chocar con el sexo. Había perdido la cuenta. Estaba concentrada en morderse la lengua. Pero ya no podía más. O paraba o se le escaparía una queja. Cuando estaba a punto de abrir la boca, Eragon empezó a calmar la zona, señal de que el castigo había terminado.
-Muy bien perrita. Eres una campeona.
Ella no digo nada. Estaba a punto de llorar y estaba intentando contener sus lágrimas, pero sin éxito.  Eragon, la calmo, secándole las lágrimas y  diciéndole palabras de consuelo. Poco a poco fue recuperando la compostura y se dio cuenta que estaba a punto de explotar. Sabía que con otra caricia no lo podría controlar y explotaría. Pero ella lo quería dentro. Y después del castigo no sabia si pedirlo.
-Muy bien, vamos a seguir. Vamos a jugar con la cera. Recuerda que no te puedes correr sin pedir permiso.
-Si mi Amo, lo sé.
Las gotas de cera empezaron a cubrir los pechos, una gota un gemido. El orgasmo iba creciendo, quería dejarlo salir pero aun no era el momento. La cera continúo cubriendo el sexo, al estar sensible por los azotes, las gota eran más dolorosas, pero aumentaba más el placer. Ya no podía más, se iba a correr.
-Me voy.
-No puta, aun no.
-Por favor mi Amo no puedo más.
-Aguanta. Si que puedes.
Sigo sintiendo las gotas, sintiendo como el orgasmo subía y ya no lo podría contener más. Solo necesitaba el permiso de Eragon. Como si le hubiera leído la mente, ese le dijo.
-Ya perrita, ¡córrete!
Y sin decir otra cosa se dejo ir. Aquello fue espectacular. Entregar a Eragon aquel orgasmo la dejo feliz y orgullosa pero aun se sentía llena de placer y él lo sabia. Así que sin pensárselo dos veces la penetro con fuerza y ganas.
-Perrita eres libre. Te puedes correr cuando lo necesites.
-Gracias mi Amo. Te quiero.
No lo pudo evitar. Le estaba dando aquello que deseaba sin haberlo pedido. No iba a aguantar mucho. Necesitaba vaciarse y sentir a Eragon dentro la mataba y más notar como su pene iba creciendo. Estaba a punto...

Si, había roto su promesa. Se había dicho a él mismo que no se lo daría, pero él también necesitaba sentirla y no lo dudo y la penetro. No paraba cada vez más rápido. Sentir sus gemidos lo aceleraban. Los dos se miraron y llegaron al clímax.
-Gracias mi Amo. Ahora si, todo mi placer es tuyo.
-De nada mi perrita. Gracias a ti para dármelo todo.

Lentamente se recuperaron. Se vistieron, desayunaron y con una gran sonrisa se fueron a descubrir la isla que tenían bajo sus pies.

dissabte, 15 de juny del 2013

AZOTES MAÑANEROS

Despertarme y salir de la cama cada mañana no es tarea fácil. Aunque tengo una muy bonita forma de empezar el día. Tus mensajes me hacen empezar con mucha energía y una fantástica sonrisa en la cara. Aunque sé que cada día llegarán, los espero con ansias y hasta que no deja de sonar el móvil, no me doy la vuelta para abrir los ojos y leerlos. Este, sin ninguna duda, es uno de los mejores momentos del día.
Pero hubo dos mañanas que empezar el día fue un poco duro, pero fueron muy placenteras. Solo tenia dos consignas a seguir: Primero azotarme el culo de buena mañana antes de ir a trabajar, y segundo, poner el culo del color favorito de mi Amo, es decir rojo.
No había número determinado de azotes ni manera de realizarlos, esto estaba a mi elección. Solo era necesario saber que a partir del número de azotes que yo llegara seria el marcado para superar. La verdad es que tenía la pelota en mi terrenos, pero no estaba dispuesta a realizar lo mínimo, primero porque seria engañar a mi Amo y segundo, porque yo soy muy de ir al máximo y ponerme bastante al limite.


La primera mañana, empezar fue duro y difícil, debemos de recordar que los azotes no son mi devoción y por eso no me es tarea fácil. Pero una relajada y dispuesta, empecé a dar color al culo que te pertenece. Fueron un total de cuarenta azotes, increíble ni yo mismo me lo creo. Cuarenta azotes por voluntad propia. No pensé que podría llegar tan lejos. Pero lo mejor fue, que puede con todos, y que cada uno enviaba al cuerpo una señal de placer. Aquello ya no era solo dolor, por fin, el dolor se convertía en placer. Llegar a este punto no ha sido tarea fácil, ya que por mucho que me azotará no lograba romper la barrera del dolor. Y hoy, por fin, puedo decir en voz muy alta, que los azotes son placenteros y muy excitantes. Quién lo hubiera dicho. ¿Yo, llegando a decir que los azotes me gustan? Pues así es, y me siento realmente feliz. Sentirme así me anima a seguir, con solo con los azotes sino con todos los retos que me plantee mi Amo. Si, quiero sentirlos más y poder superarme con la cantidad de azotes, pero no con la intensidad. Para eso, aún no me siento preparada.
Pero bueno, la primera mañana fueron cuarenta, deliciosos azotes que me llenaban de placer y orgullo para entregárselo a mi Amo. No solo entregarle el placer sino también pasear el culo en el color que le gusta. Dicho de otra forma, empecé el día un tanto duro pero muy placentero a la vez.
Para la segunda mañana, debía de lograr superar el número de azotes del día anterior. Y este seria el número clave para los próximos azotes. Soy muy testadura, y me gusta intentar superar por mi misma los propios retos. Así que con paciencia, ganas, mucho placer y entrega, empecé a azotarme con la pala, uno detrás de otro, sin prisa pero sin pausa y contando en voz. Me azote hasta que no puede más, hasta que el culo ya empezaba a picar de dolor y ya no sentía ningún tipo de placer, de esta forma llegué a los cincuenta y seis azotes. Si, claro, hubiera podido seguir y redondear la cantidad hasta sesenta, pero no pude y decidí parar. Esto tampoco es fácil, soy de armas tomar y no me gusta rendirme, pero con el tiempo he aprendido que es mejor parar cuando una se siente satisfecha, que no seguir y frustrarse, eso es lo peor. Y eso hice, fui lista y pare. 

En resumen, durante dos mañanas empecé con mucho placer y felicidad. Una felicidad que solo mi Amo y yo podíamos entender, y ahora todos vosotros y vosotras con quién lo he compartido. Fueron dos días mágicos que con cada pequeño roce, tenía el privilegio de recordar quien soy y lo que acababa de vivir y sentir junto a ti. ¿Se puede pedir más?  

NUEVAS EXPERIENCIAS CON LA CERA

El otro día tuve una conversación un tanto especial con mi Amo. De hecho todas son especiales, hable con el Amo o con la pareja. Pero esta era con mi Amo. La sorpresa, el temor y la excitación que sentí cuando leí su mensaje fue algo sorprendente. Todos estos sentimientos llegaron cuando me dijo: Ya no eres una principiante y por eso el nivel de tareas debe de subir.
Leer esta frase me asusto, me excito y me gusto. Pero aunque ya lleve algún tiempo en este mundo yo siempre me sentiré una principiante. Novata no, pero si principiante, ya que día a día se crece y se aprenden cosas nuevas, y por eso creo que una nunca deja de ser alumna y por lo tanto principiante.

Dicho eso vamos al grano. La tarea que os contaré la realicé hace bastante tiempo, pero por muchos días que pasen no se me olvidará lo que viví y sentí. Ya que estas sensaciones se graban en la piel y por mucho que lo quieras, no se borran.


La tarea concisita en jugar con cera y realizar lo mismo que hice cuando lo probamos en el sexo. Tenía que cubrir una vez los pechos, masturbarme, quitar la cera, volver a cubrir los pechos y volver a masturbarme. La verdad es que solo sentir la palabra cera y las primeras gotas sobre los pechos ya me excito. Me encanta la sensación de placer con la mezcla de un suave dolor, como si fuera n pequeño pellizco, y a la vez sentir como cada gota se va aferrando a la piel. Una gota, un punto de excitación. Es algo mágico, sentir como cada vez el clítoris va saliendo de su capuchón, el sexo se va humedeciendo y el placer va creciendo, para luego con un suave pero intenso contacto en el sexo consigo que salga el orgasmo. Explotar, es solo cuestión de minutos. Pero lo bueno no acaba aquí, el jugo y tarea continua durante el proceso de desenganchar la cera. Los suaves tirones, y descubrir las bonitas marcas que aparecen, es sumamente placenteros y relajantes, dejándome lista para lo que venga después. En esta ocasión una nueva tanda de cera. Esta vez es un poco más dolorosa, pero igual o más de estimulante. La sensibilidad de la piel y de la zona por la primera capa, hizo que la reacción del cuerpo se intensificara, que todo fuera más rápido. La excitación y la humedad eran tan intensas que con solo un pequeño roce llegar al final, y entregarle a mi Amo un segundo orgasmo, fuero algo impresionante y difícil de controlar.
En definitiva fue una gran experiencia, con muchas ganas de repetirla junto a ti, mi Amo.


Cada tarea, sea ya conocida, por conocer o con una pequeña versión, esta llena de nuevas sensaciones y experiencias que descubro junto a ti. Así que, como siempre, gracias por todo. Por querer estar a mi lado.

Simplemente…tuya.

dilluns, 3 de juny del 2013

EL REENCUENTRO.

Esta no es una historia real. Forma parte de mi imaginación y mis fantasías.


- 1 -


Eragon y Arya. Amo y sumisa respectivamente hace mucho que no se ven en persona. Son pareja D/s en la distancia pero aprovechan cualquier ocasión para verse. Hoy después de cuatro meses por fin vuelven estar juntos y el deseo de tocarla y el de entregarse de ella es tan fuerte que no se dan ni tiempo para deshacer las maletas.
El viaje en avión ha sido duro, estar uno al lado del otro sin tocarse no hacía más que aumentar el placer y el deseo…se necesitan. Ella entregarse y Él disfrutar y gozar del cuerpo que le pertenece.
Ya en la habitación, cálida, grande y solo ambientada con la tenue luz del sol que se va poniendo. Con su suave y severa voz le da la primera orden:
-     -  Mi perrita quítate la ropa. Quiero gozar de las lindas vistas.
-    -   Si mi Amo, como desees.
Sentado en la cama, mirándola fijamente. Ella de pie en medio de la habitación empieza a desabrocharse la camisa lenta y sensualmente.
-    -   No mi putita. ¡Más rápido! Necesito verte ya.
Ella le obedece como es debido y sin perder el tiempo se despoja de la ropa. No sabe qué hacer ni que decir. Ya desnuda, espera con la mirada baja, los segundos pasan, Eragon no hace, ni dice nada. Arya nota como va creciendo su excitación, necesita que la toque, que la posea…pero no hace nada. Solo se oye la respiración calmada de su Amo. De repente oye cómo se levanta y piensa “bien ahora podré sentir sus manos”. Pero no es así, Eragon solo pasea a su alrededor, mirándola y observándola. Notando como ella se va poniendo nerviosa y deseosa de sentirlo.
Eragon sabe que él también lo desea pero, debe mantenerse firme y aserenarse un poco. Pasado quince minutos, que han parecido una eternidad. Su Amo le ordena:
-     Túmbate en la cama mi perrita. Voy azotar este lindo cuerpo que me pertenece.
Ella obediente hace lo que le ha ordenado. Se siente húmeda y con un gran deseo. No puede más. O la toca o se morirá allí mismo.
Suavemente, empiezan los azotes por todo su cuerpo. Sabe que es un calentamiento y que estos no los debe contar en voz alta. Pero ella lo hace en su interior. Siente como le azota todo el cuerpo: pechos, barriga y sexo.
Sin saber cómo le ha dado la vuelta. Siente como su Amo se aleja, ha ido a buscar algo. Ella quiere mirar pero sabe que no lo debe hacer y resiste. De repente...Zas! Fuerte en el culo.
- ¡uno! ¡Dos!
Y así hasta un total de 60 azotes. Se siente con el culo ardiendo y muy mojada, si continua, con solo tocarla se correrá.
Su Amo empieza a tocarla suavemente, calmando la zona con suaves besos y caricias. Ella se va relajando. Pero sabe que no se ha terminado y desea más. Durante los primeros azotes ha gozado, ha chillado de placer y de dolor.
- ¿Quien eres?
- Soy tu puta mi Amo. La más guarra de todas.
- Axial me gusta. Vamos a seguir perrita. ¿Preparada?
- Si mi Amo. Lo estoy.
- No te olvides de contar. Vamos a probar algo nuevo. Serán 10, pero si no puedes ya sabes lo que debes de hacer
- Si lo sé. Decir la palabra de seguridad.
- Muy bien.
Y llego el primer latigazo con el cinturón. Ella no lo pudo resistir y de sus entrañas salio un grito de dolor. Pero le gustaba y quería más.
- ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro!
Sentía que no podía más. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Solo quedaban seis. No se veía capaz de resistir... ¡zas!
- ¡Cinco!
- ¿Puedes aguantar mi perrita?
- No pares mi Amo por favor.- ¡zas! - ¡Seis! ¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve! ¡Diez!
No podía ms e iba a llorar, pero la voz y las caricias suaves de su Amo la calmaron.
- Muy bien mi perrita. Eres una campeona.
- Gracias mi Amo.
Entonces, la giro con suavidad calmando y mimando la piel de aquel cuerpo que tanto anhelaba y deseba. Suavemente le ato las manos por encima de su cabeza. Sabia que ella lo quería acariciar y sabia que no hacerlo aumentaría su placer. Empezó a lamer todo el cuerpo, dedicándole tiempo a los pezones y al sexo. Su perrita estaba muy caliente y no aguantaría mucho...ese era el objetivo pero él deseaba más. Arya sentía como crecía la erección de su Amo, sentía como el placer que le iba a entregar crecía y no aguantaría mucho más. Era una bomba a punto de estallar. Y más si seguía jugando así con el clítoris. Deseaba tocarlo y besarlo pero no podía, estaba atada.
- Abre la boca mi puta. Vas a limpiarme hasta estallar.
- Será un placer mi Amo.
Arya empezó a dar placer a su Amo, chupándole su miembro erecto, notando como crecía dentro de ella y solo deseaba  que la llenara, que la tomara. Cuando su Amo noto que iba a explotar retiro la polla de su boca y ella lo masturbo hasta que exploto encima del cuerpo. En este momento su Amo empezó a acariciarla con fuerza haciendo que los dos llegaran en la cima juntos. Parecían dos volcanes entrando en erupción.
- Gracias mi Amo. Te entrego todo mi placer.
- Gracias  a ti mi perrita. Has sido muy valiente. Te quiero
- Te quiero.
Se abrazaron y juntos se quedaron dormidos para recuperar sus fuerzas. Había sido una sesión intensa y ella había quedado exhausta. Necesitaba recuperarse. Aquello no había hecho más que empezar. En el fondo de su corazón estaba segura que aquellos días juntos serian inolvídales, llenos de grandes momentos, de sesiones intensas. Arya estaba dispuesta a darle todo, a entregarse a Eragon sin ninguna duda.
No dejaba de pensar en cómo seria la próxima sesión


dissabte, 1 de juny del 2013

UN DOMINGO MUY ATAREADO

Ya hace ochos mese que decidí afrontar mi realidad y dejar de esconder la sumisa que llevo dentro. Desde que tomé esta decisión os puedo asegurar que soy más libre y feliz que antes. Ya que todos los retos que voy aprendiendo y superando, son retos y tares que me sirven, mucho más de lo que hubiera imaginado, en mí día a día. Como todo, hay novedades en tareas que ya domino, alguna que otra prueba de resistencia, o tareas nuevas.
El post de hoy va relacionada con la pruebas de resistencia, estas pruebas al principio me daban un poco de miedo, pero poco a poco me han servido para darme cuenta de que si queremos, podemos hacer todo lo que nos planteamos y más. Pero sobretodo, me han servido y me sirven para entregarme al máximo a mi Amo y complacerlo como él se merece.
Estas pruebas pueden ser muy variadas, puede haber de resistencia al dolor, de larga duración,… y la última que he vivido fue de larga duración. Fue no solo una prueba de resistencia, sino que también fue una entrega por completo a mi Amo, ya que duro todo un día, desde que me levante hasta que me fui a dormir. ¿A quién no le gusta poder entregarse a su Amo todo un día y dedicarse por completo a él? Si fue duro, eso no lo puedo negar, pero fue maravilloso entregarme a mi Amo por completo y dedicarme a Él. Se trataba de una prueba de resistencia física y mental. Física porque consistía en masturbarme cada hora, ofreciéndole un orgasmo una hora si y otra no. Y mental por tener que controlar las mala pasada que la mente te puede hacer frente el agotamiento físico. Si era un gran reto a superar, pero me sentía preparada para realizarlo y si en algún momento no podía seguir podía usar uno de los dos comodines. Mi intención no era usarlos por sentime exhausta y no lo hice. Pero si que es verdad que los utilice para poder comer con menos prisa.
Para realizar la tarea podía jugar con mis dedos o con el consolador grande. Así que decidí hacer dos veces consolador y dos veces dedos. Así yo también podría sentir como reacciona mi cuerpo frente los dedos o el consolador.


Todo empezó a las 12 de la mañana después de haber desayunado y haberme despertado del todo. Decidí empezara con el mejor regalo que se le puede hacer a tu Amo, un buen orgasmo y utilizando el consolador. La excitación de la tarea era tan grande, que mientras me despojaba de mi ropa, sentía como el sexo se iba humedeciendo, empezaba con muchas ganas, ya que para afrontar una novedad lo mejor es hacerlo con ganas y mucha entrega. Poco a poco fui acariciando el sexo para lograr que la excitación y la humedad fuera el máximo posible y así lograr que el consolador entrar con la mejor facilidad posible. Sentir como lentamente va llenando todo el espacio, sin dejar ningún rincón para acariciar y como el sexo lo va aceptando fue increíble, si había un poco de dolor, pero este solo provocaba que yo me excitara mucho más y lograr que la entrega fuera como siempre, completa y deseando entregarle a mi Amo uno de los mejores orgasmos, intenso y duradero. Y así fue, uno orgasmo tan intenso que una vez entregado aun podía sentir la palpitación del sexo y el suave cosquilleo que se iba paseando por todo el cuerpo. En definitiva no puedo imaginar una manera mejor de empezar la mañana. Con una radiante sonrisa de felicidad pero sobretodo de satisfacción.

El siguiente llegó a la una del mediodía, pero esta vez no podía dejar explotar el orgasmo, la consigna era una vez si y otra no. Pero la tarea empezó diferente, ya que tuve que luchar contra los pensamientos negativos por el hecho de tener que frustrar el orgasmo, cuando conseguí relajarme y cambiar estos pensamientos por unos de mas positivos, me sentí preparada. Al igual que la primera vez utilice el consolador y en un primer momento me reñí a mi misma, ya que con solo la penetración de este en el coño la excitación y el placer reaccionaron de seguida. Y pensé que no seria capaz de parar al momento adecuado. Los movimientos era cada vez más rápidos, al ritmo que el cuerpo me pedía hasta llegar al límite y parar en su momento. Si estuve a punto de romper la consigna, pero gane a mi mente, me concentre y logré realizarlo tal y como me lo había pedido mi Amo. Eso si, al terminar tuve que estar un rato tirada en la cama para relajar el cuerpo y perder la tentación de seguir hasta terminar. Así que como una bomba de relojería me fui a preparar la comida. Parecía una niña pequeña de lo nerviosa y excitada que me quede. Solo deseaba que la siguiente hora llegara lo más rápido posible para poder darle a mi Amo y al cuerpo que le pertenece aquello que los dos deseaban como aquel que desea un caramelo y no se lo dan.

La hora pasó más rápido de lo que imagine, intente distraerme un poco iniciando la comida, mirando la tele, hablando con mi Amo,…el objetivo era acabar con la tentación de avanzarme a la hora para poder terminar con la pequeña tortura que esta viviendo. Pero una tortura muy placentera. Al final llegó la hora, rápidamente me dispuse a quitarme la ropa y a darle al cuerpo lo que pedía no a gritos, sino chillando. Esta vez los protagonistas serian los dedos y solo deseaba que todo saliera como tenia que ser. No hacia falta que hiciera nada para humedecer el sexo, aquello parecía la cascada del Niágara, introducir los dedos, tres exactamente, fue muy fácil. Empecé con movimientos lentos para alargar el momento, deseaba tanto entregar aquel orgasmo que en su momento fue frustrado que solo quería hacer disfrutar y disfrutar al máximo del momento. A media que pasaba el rato fui escuchando lo que me pedía el cuerpo, que aceleraba el ritmo, tenia la necesidad de explotar y no podía aguantar más. Así que lo escuche, aumente los movimientos aunque me doliera la mano y no pudiera más hasta alcanzar el orgasmo, entregárselo a mi Amo con todo mi corazón y quedarme exhausta en la cama durante un rato. Pero salí de ella en cuanto empecé a pensar en que el siguiente no podría terminar. No quería desanimarme. De momento iba muy bien y así debía de seguir.

A las tres utilice el comodín para poder comer con tranquilidad y ya de paso sosegarme un poco. Que no os engañare lo empezaba a necesitar. El cuerpo empezaba a flaquear y aún me queda una larga tarde por delante.

Pasado el rato, el reloj toco las cuatro. Llegaba el momento de continuar con mi prueba de resistencia. Agarre aire y me dirigí a mi habitación, a mi mazmorra particular. Me quite la ropa, tengo que decir un poco mas lento que lo hacia normalmente, era el momento de frustrar el orgasmo y no me apetecía mucho, así que si lo alargaba un poco…aunque no sirve de nada, ya que lo tendría que hacer igualmente y lo mejor era ir directo al grano. Ya desnuda por completo volví a entregarme a mi Amo. Tocaba con los dedos, y me dedique un ratito a acariciar el cuerpo para que reaccionara de nuevo, para sentir como todo él se estremece de placer y como iba deseando que aquellas caricias fueran algo más. Y así lo hice, empecé con una penetración suave, sintiendo como todo mi placer salía por los poros de la piel e iban directamente hacia a ti, mi Amo. Me gusta sentir como va subiendo, como va creciendo y como lucha para salir y es en este momento cuando una se debe de mantener fuerte, cerrarle la puerta e intentar no seguirle la corriente. Solo se trata de mantenerse firme, como cuando en tu trabajo tomas una decisión y debes de luchar para que se cumpla y la única manera es mantenerse firme. Pues eso hice yo y por supuesto lo logre. Esta vez no estuve al límite, pare en el momento justo. Ya empezaba a sentir un poco de escozor con las caricias. Pero nada lograría tumbarme.

Y así iban pasando las horas. Cada vez más rápidas, cada vez más cansada y con ganas de parar. Al final de cada tarea le enviaba a mi Amo un mini blog, y cada vez el me respondía muy atentamente, muy agradecido y con bellas palabras de animo. Si, ya las empezaba a necesitar, cuando ya eran las siete estuve a punto de tirar la toalla, ya no podía más, todo el cuerpo me dolía, el sexo me escocia y ya no tenia fuerzas en el brazo. Pero por suerte, Él estaba a mi lado para ayudar a recomponerme y darme las fuerzas que necesitaba. Si aún me quedaba un comodín pero no estaba dispuesta a utilizarlo hasta la hora de cenar. Ya lo sabéis soy testadura, y creo que serlo es lo que también me esta ayudando a llegar lejos. Así que hora tras hora, me dirigía a mi habitación, me quitaba la ropa y procedía con la tarea. Masturbación con consolador y orgasmo, masturbación con consolador sin orgasmo. Masturbación con dedos y orgasmo y masturbación con dedos sin orgasmos.  Las horas pasaban lentamente, supongo que por culpa de mis ganas que llegaran las 11 de la noche, no porque seria la ultima masturbación y culminaría con el reto, sino porque lo iba a terminar junto a mi Amo, esta vez lo disfrutaríamos juntos de verdad.
Y finalmente llegó el gran momento, después de descubrir que el sexo acepta muy agradecido el consolador grande, y que el cuerpo reacciona como nunca, después de sentirme orgullosa de mi porque vencí el agotamiento físico y mental…llego el gran momento, el reloj toco…
Solo con sentir su voz suave pero severa dándome indicaciones, el cuerpo ya reacciona. Es como si te susurraran al oído bellas palabras de amor, que te emocionan y tienen el poder de hacer que te estremeces y no dudes ni un momento a entregarte completamente a Él. Dándole el poder que tiene sobre ti y que haga lo que quiera con el cuerpo que le pertenece. Porque eres suya y dárselo te hace la mujer más feliz del mundo. Pero no es solo escuchar las indicaciones, es sentir como los poros de la piel las van absorbiendo junto con las palabras que definen lo que soy, su perrita y su putita. Si… fue uno de los mejores momentos del día y la mejor forma de culminar la prueba, sintiendo como su respiración también se aceleraba y ver como estaba disfrutando de aquello que más desea: su sumisa. el placer y la excitación fue tan grande que los orgasmos finales fueron espectaculares. Dejándonos exhaustos y con la mejor sonrisa dibujada en nuestra cara.
Así que no me queda otra, que darte las Gracias mi Amo, pero no solo por el momento mágico que vivimos sino por todo lo que me estas dando que es mucho más de lo que te imaginas. Y si…lo diré abiertamente, porque tengo la necesidad de hacerlo. ¡TE QUIERO!

Como ya te dije en su momento…