Como ya conté en el post
anterior, mi Amo y yo estamos experimentando para ver la reacción de mi cuerpo
a las tareas cuando este esta con el periodo. Si, ya sabemos que todo esta más
sensible y que se tiene que vigilar, pero descubrir que las sensaciones son mas
intensas con la sensibilidad es algo que nunca llegue a imaginar. Para que podéis
entender mejor, para mi era un poco tabú hacer cualquier cosa durante los días
de periodo, pues a veces tengo dolores y molestias muy fuertes y toda yo soy un
saco de sensibilidad. Pero con cuidado, precaución y teniendo en cuenta todo
eso, vamos experimentado, conociendo las reacciones y adaptando las tareas a
ellas. Si no se experimenta ni se aprende ni se crece. Y la verdad que es muy
placentero y estimulante.
Hoy hemos experimentado con
hielo en el sexo. La experiencia ha sido divertida, me ha gustado mucho y con
ganas de repetirlo. La verdad sea dicha he empezado con un poco de miedo. Aunque
sabia que la reacción al frío seria interesante, pues el contraste caliente y
frío es una explosión de sensaciones, no sabia muy bien como iría el proceso. En
el tiempo que llevo de sumisa, una de las cosas que he aprendido es que la
sensación de miedo, estimula y a medida que lo vas perdiendo y una se relaja,
todo es mucho más intenso.
Para empezar y acostumbrar el
sexo al frío, para que el primer contacto no fuera de golpe y porrazo, me he dedicado hacer toques pequeños para ir
acostumbrando la zona caliente al contacto con el cubito de hielo.
Evidentemente el primer contacto no ha sido muy agradable, el choque ha sido
tremendo y he podido descubrir un dolor que aún no era muy conocido para mí. Una
vez, el sexo ya aceptaba más el frío, poco a poco he ido intensificando y
alargando el contacto.
Con cada roce el cuerpo
reaccionaba: piel de gallina, clítoris excitado, ganas de parar, ganas de
continuar, suaves cosquilleos subiendo por mis entrañas… Cada vez el cuerpo pedía
más, y a la vez decía basta. Llegando a crear una sensación de incertidumbre. No
sabía si seguir o parar, pero cada vez que retiraba el cubito de mi sexo, este palpitaba
pidiendo más.
He ido jugando, interiorizando
cada movimiento involuntario, cada reacción, para intentar identificar el
placer de la incomodidad. Me he divertido entregándome a ti hasta que el frío
ha sido demasiado intenso y empezaba a quemar un poco, como para seguir
jugando. Llegado este punto, he decidió parar. Ya no era placentero, sino todo el contrario. Ya
no lo estaba disfrutando sino sufriendo. Y cuando algo no gusta, a mi entender,
se debe de parar.
Al terminar la tarea, estirada
en mi cama y con los ojos cerrados, he empezado a valorar el momento.
Intentando descubrir que y como me he sentido. No es fácil a veces darte cuenta
de lo que se acaba de vivir. Y si, ha sido excitante y estimulante pero no he
podido llegar al orgasmo, tal y como me habías pedido. El cuerpo reaccionaba rápido
debido a mi sensibilidad, ha habido las agradables cosquillas de placer
subiendo por mi cuerpo, queriendo salir y explotar. Pero no he sido capaz de
seguir jugando hasta llegar al final y el orgasmo se ha quedado
encerrado.
Con el permiso de mi Amo, he
podio seguir jugando con mis dedos hasta dejarlo salir, no se podía quedar
dentro de mi frustrado. Y tengo que decir que ha sido increíble, ha salido con
tal intensidad…que he quedado un poco extasiada, no sé como expresarlo. A veces
es un poco difícil hacerlo.
Si, no he llegado al orgasmo
jugando con el cubito, pero el resultado final ha sido mágico. El juego previo
ha hecho que haya vivido y sentido algo, que hasta ahora no había sentido
nunca.
Sé que lo repetiremos, y ya
estoy deseando que llegue esta ocasión. Debemos seguir experimentado para
llegar al objetivo final, y no dudo que entre los dos, lo lograremos. Una vez más…gracias.