Escribir en el blog es algo
que me gusta mucho, porque me permite poder compartir con vosotros todos mis
pasos y experiencias de mi sumisión, pero esta vez voy hablar sobre un tema que
no me enorgullece especialmente.
Por suerte la mía, no son
muchas las veces que recibo un correctivo, pero cuando los recibos son bien
merecidos. Y ayer recibí uno de ellos.
Estábamos hablando con mi Amo
de una nueva tarea, y fue mi indecisión la que provoco que debiera ser
corregida con un severo correctivo. Este consistió con 15 azotes con el gato de
colas en el sexo sin pausa entre ellos. Fueron 15 azotes fuertes y muy doloroso
pero este correctivo me ayudara a intentar que no vuelva a ocurrir, y digo
intentar, porque si dijera que mis dudas ante una tarea de si seré capaz o no
de realizarla no volverán a aparecer, seguramente engañaría a mi Amo y a todos
vosotros.
Así que muy enfadada conmigo
misma por haber metido la pata y pasarme un poquito de lista y enfadad un
poquito con mi Amo por haberme castigo, porque no terminaba de entender porque
había sido castigada, fui a realizar el castigo. A mi entender yo solo estaba
dando la opinión y contándole como me sentía con la tarea que me proponía, no
lo estaba diciendo para salvarme de ella ni mucho menos, pero después del
castigo, mi Amo me hizo ver dónde falle especialmente, y fue cundo dije: si ahora mismo pudiera elegir entre ser
castigada y realizar la tarea, elegiría ser castigada.
Porque tal y como me dijo después,
eso es dudar mucho de mi, de mi confianza conmigo misma y eso es algo que él no
quiere de mi.
Sí, viví muy mal el
correctivo, como todos los pocos que recibo. Porque, como ya he dicho, son
pocos, pero cuando recibo alguno es bastante severo. Y aunque entiendo que los
castigos, correctivos, son favorables para seguir avanzando y los acepto sin
rechistar. Cuando soy castigada o corregida, me frustro, me siento mal por
fallar a mi Amo y me enfado mucho conmigo misma y eso provoca que le este dando
vueltas al tema bastante rato y que me imagine conversaciones para intentar
suavizar la situación una vez castigada. Por mucho que intente no pensar en
ello, es algo que no puedo evitar, porque aunque esto esta relacionada con mi
lado sumiso, no lo puedo apartar como si no me hubiera afectado personalmente,
porque no es así. Los castigos me afectan y mucho, es algo que debo de seguir
trabajando, y aunque cada vez me afectan menos y soy capaz de dejar de pensar
en ellos más temprano que antes, aún no soy capaz de pasar pagina una vez
castigada. Y creo que debe seguir así, porque si llegase el día en que, ni los
castigos ni los correctivos, me afectasen, ese día habré dejado de ser persona.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.