IMAGINANDO
Fue un largo trayecto de vuelta. La intensión era
descansar un poco. Un descanso merecido después de la mañana tan intensa que
vivimos en medio de la naturaleza. Pero
el descanso se convirtió en una larga conversación sobre un relato que tengo
pendiente aún de escribir. ¿Por qué? Pues porque me siento bloqueada.
Llegamos al hotel, y automáticamente me despojo de mi
ropa. No hace falta que me digas nada, sé cuál es mi estado natural en cuanto
estamos solos. Simplemente desnuda, siempre disponible para ti Amo. Echados en
la cama empezamos hablar y me ordenaste que te contara lo que ya había escrito.
Mientras hablo, tú, me acariciabas, me torturabas y jugabas con las tetas que
te pertenecen y tengo el lujo de pasear de un lugar a otro. La tensión iba
subiendo y cada vez me costaba más hablar. Pero había un pacto no hablado y no
escrito.
Si yo
me callaba, tus manos dejaban de usar las tetas. Así que intentaba seguir el
hilo de la conversación, sentir y vivir tus caricias y no dejar de hablar. El
ambiente se fue caldeando, deseaba mucho más y fuimos llegando al punto
estancado del relato. Así que mientras usas lo que te pertenece, me pides que
imagine, pero no me sale nada. Y con voz juguetona te pregunto: “¿ Amo me ayudas a imaginar?” Aceptas encantado
y me ayudas a imaginar. Poco a poco la
imaginación la ponemos en práctica. Tú eres el botones del hotel que entra a
usarme. Fue una sesión intensa, donde la protagonista, fue la penetración anal.
Aunque esta zona ha sido trabajada durante todo el tiempo
que hemos estado separados, sigue un poco sensible. Me usaste como una buena
puta se merece. La primera penetración fue dolorosa, muy dolorosa. De repente
me invadió un enorme dolor y yo me tensaba. Con ella el dolor crecía y empezaba
a bloquearme. Pero como el Amo que me conoces, empezaste a acariciarme, a
relajarme con dulces palabras y a calmarme. De esta forma poco a poco, la
tensión fue desapareciendo, me fui relajando y fui capaz de convertir parte de
ese dolor en placer, dando lugar así al primer orgasmo de la tarde. Pero nuestra
fantasía no había terminado, y yo no te había dado todo mi placer. Ya más
relajada volviste al ataque. Esta vez con un poco más de fuerza, con más
profundidad. Me estaba volviendo loca, al sentirte tan dentro de mí sin dolor incensario,
solo aquel que nos hace disfrutar, que hace que salga la puta que hay en mí y
desee más. En esta ocasión, el placer iba ganando territorio al dolor. Explote.
Con mucha más intensidad. Una intensidad que te deja con la respiración
agitada, sin casi fuerzas, que aunque deseas descansar para reponer fuerzas y
poder seguir si tu Amo lo desea, a la vez no quieres parar por miedo a que él
decida que ya ha tenido suficiente. Se me cerraban los ojos, pero tus manos me
indicaban que aun no habíamos terminado.
Esta tercera vez, el dolor insufrible del principio ya
era un mero recuerdo, ya no estaba, ya no lo sentía. Ya no era aquel dolor, al
cual casi hizo que dijera por primera vez, un par de corazón. En esta ocasión
el dolor no era causado por la penetración, era causado controladamente por tus
manos, provocando la mezcla de dolor y placer que provocan mis movimientos difíciles
de auto controlar, gozando y relajada buscaba más profundidad. Hasta que volví
a explotar, dejando salir el placer de mi interior junto con lágrimas a
chorros. Descargando de esta manera, no todo el placer, sino también toda la
tensión vivida durante la sesión. Llegando al punto chof, que digo yo. Aquel momento en que lo has entregado todo y
necesitas el abrazo fuerte de tu Amo que te ayude a relajarte y a volver en ti.
Momento acompañado por tus palabras que tanto me gustan escuchar. “Así perrita, sácalo todo. Me gustan tus lágrimas.
Vacíate del todo.” Poco a poco voy relajándome, recuperando la respiración
e interiorizando todo lo vivido.
Una sesión no buscada ni provocada. Simplemente dándose la
ocasión. Una sesión con un principio intenso y un final mimoso. Con el recuerdo
del fuerte dolor inicial que se fue convirtiendo y desapareciendo al final. Y ahora,
pasado unos días, tengo la sensación de que mi mente quedo nublada por ese
dolor, y me siento incapaz de recordar si hubo algo más. ¿Azotes? ¿Penetración
vaginal? Sea lo que sea, sé que no está bien que tenga esta parte en blanco, lo
que sí sé es que me entregue y me deje llevar como siempre. Pensando en ti en
todo momento, y en tu satisfacción. Y sobre todo, saber que estas orgulloso de
mi. Ya que este es mi objetivo. Y cuando no es así siento que te he fallado y
busco la manera para que esto no vuelva a suceder.
Así, que en ese momento solo puede decirte, una vez más…gracias
Amo, muchísimas gracias por darme el premio a entregarme a ti con todas mis
fuerzas y desde lo más profundo de mi ser.
continuara.
Aquest temps sense saber res dels teus relats s'ha fet llarg. M'alegro que hi hagis tornat, sempre ofereixes un punt de vista molt personal i reflexiu.
ResponEliminaBen tornada, doncs, i si t'animes a pujar alguna foto de tu com solies fer fa un temps, segur que no seré l'únic que se n'alegrarà ;)
-Un seguidor