Si buscamos la definición en el diccionario dice: sistema de representación del paso de los días, agrupados en unidades
superiores, como semanas, meses, años,… Distribución de determinadas
actividades en distintas fechas a lo largo de un año, mes,…
Seguramente pensareis que tiene que ver eso con el BDSM. Pues muy fácil. De
las dos definiciones, la más relacionada con este post es la segunda. Ahora hará un mes mi Amo me pido durante el me
de septiembre cada día realizara una tarea. Solo había dos condiciones: La
primera que las tareas habituales estuvieran dentro del calendario (fisting y
penetración anal en la ducha) y la segunda, teniendo en cuenta que había de
incorporar tres tareas más, (orgasmo vaginal, pluma y tetas) esas tenían que estar en la misma
cantidad de ocasiones. Y por supuesto, no tenía que olvidar que aquello era una
tarea, y que por lo tanto los orgasmos habían de ser largos, intensos y
aguantarlos lo máximo. No se trataba de unas cuantas pajas diarias sino de
entregar todo mi placer a mi Amo. Y eso hice.
En un primer momento me agobie. Me puse nerviosa. Tenía que organizar un
pequeño calendario, tener en cuenta las dos condiciones y ser capaz de
realizarlo. Me puse tan nerviosa, se me cayó la casa encima. Que le pedí unos
días para poder pensarlo. Cuando de repente él me dijo: No, piénsalo ahora, es
muy fácil. Así que me calme, cogí un lápiz y papel y en un plis lo tuve hecho. Eso
me calmo, me hizo dar cuenta que muchas veces hago una montaña de un grano de
arena. Así que al día siguiente empecé a realizar las tareas siguiendo la distribución
de actividades diarias.
Empecé animada, me gustaba la idea de tener cada día una tarea a realizar,
miraba el calendario, me dirigía a la habitación o al lugar acordado y
realizaba la tarea. Me entregaba y la disfrutaba de tal manera que también
disfrutara mi Amo. Pero al cabo de unos días, no mucho, me volvió a entrar el
agobio. Todo empezó un día cualquiera, un día que empieza como siempre,
siguiendo mis rutinas, pero de repente hubo un contratiempo. Fue en este
momento cuando pensé: mierda, en que
momento realizare la tarea. Si me agobie, había salido de casa a las 8 de
la mañana, eran las 7 de la tarde y aún no había llegado. Evidentemente,
intente calmarme y al llegar a casa, tarde, no lo dude y me fui a hacer la
tarea. Ese día no la disfrute del todo, estaba cansada, agobiada y en aquel
momento realizar la tarea era lo último que me apetencia, tenía ganas de
sentarme en el sillón y no hacer nada. (Lo siento) Pero lo primero es lo
primero e hice la tarea que marcaba el calendario.
Antes de seguir, me gustaría aclarar que siempre tuve plena libertada para
cambiar de tarea, siempre y cuando al final se cumpliera las dos condiciones. Dicho
esto, hubo más de una vez que cambie de tarea, por la que me fuera más fácil de
lograr aquel día. Así que mi comodín, en general, era el orgasmo de coño, ya
que este por suerte, se puede realizar en cualquier sito y en cualquier momento.
Aclarado ese punto, vamos a proseguir.
Al tiempo, al cabo de unos 10/15 días, me fui desanimando, me agobiaba. Para
mí era un estrés. Ya no placentero, ya no era una diversión, aquello paso de
ser algo divertido a una obligación. Pero a mí me gusta cumplir con las órdenes,
con las obligaciones. No me gusta tirar la toalla y sin decir nada de cómo me sentía
proseguí con la tarea. Día a día, tenía que relajarme, buscar el momento
adecuado. Había días que era mucho más fácil y en estas ocasiones disfrutaba muchísimo
más del momento. En otras ocasiones no era fácil encontrar la ocasión y me
agobiaba pensar que no lo podría llevar a cabo y sus consecuencias. La verdad
sea dicha, estoy escribiendo si saber qué es lo que hubiera pasado si le
hubiera pedido a mi Amo la posibilidad de aplazar la tarea algún día.
Seguramente hubiera tenido su permiso si el motivo estaba más que justificado,
pero por aquel entonces no si hubiera estado más que justificado.
Ya ha pasado un tiempo, tiempo que me ha permitido pensar y reflexionar. Y eso
me ha permitido darme cuenta de dos cosas. La primera y más importante, que
cuando me entro el agobio y la tarea dejo de ser divertida se lo tuviera que
haber contado. Como dice el dicho hablando
la gente se entiende. Y la segunda y no menos importante, me ha servido
para darme cuenta que aparte de sumisa, soy persona. Que siempre estoy
dispuesta para ser usada y entregarme, pero algunas veces, puede que no sea así.
Y eso no quiere decir que me siente menos sumisa, simplemente que en aquel
momento el cuerpo que luzco necesita otra cosa.
A la vez, me ha servido para
darme cuenta que no estoy preparada para un 24/7. No es que mi Amo me lo haya
pedido, él siempre dice que no es lo que busca. Pero yo me preguntaba si sería
capaz. Y si durante un mes no lo he disfrutado al 100%, creo que cada día de mi
vida tampoco lo sería. De todo se
aprende y esta tarea me ha servido para aprender todo eso. Así que una vez más.
Muchas gracias Amo por brindarme todas esas oportunidades de aprender contigo a
mi lado.
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