Este relato fue escrito uno de los días junto a mi Amo.
Sentada en el
parque, bajo la sombra observo a un lado y a otro intentando ordenar las ideas.
Pasan muchas cosas por mi mente y no sé cómo ordenarlas. Solo llevo un día
junto a ti y ya han pasado muchas cosas. Hoy hay mucho para contar de todo lo
vivido. La sesión nocturna, el despertar y el balcón. Todas ellas muy intensad
y todas ella importantes, pero ahora mismo me siento bloqueada. No sé cómo me
siento. ¿Con ganas de gritar? ¿Llorar? ¿Sonreír? No lo sé. Lo que sí sé es que
soy yo misma la que se bloquea. Que ve fantasmas dónde no hay y que todo eso me
lleva a un solo miedo. Mi mayor miedo, no te enfades Amo, es que te canses de
estas niñerías. Ya lo sé, nunca me has dicho nada al respeto, sé que no hay
prisa y también sé que hemos logrado muchas cosas. Pero estos bloqueos pueden
provocar un sotp en el avance, y eso, no lo queremos. Soy muy consciente de lo
que provoca estos bloqueos y es la falta de control. Al igual que sé que tú
nunca me expondrías al peligro, que no me harías hacer nada que no tengas
controlado y confío en ti. Muchísimo. Nunca harías nada que me perjudicara y
tengo que empezar a no querer controlar lo todo, porque no puedo. Y lo hago, me
dejo llevar, me pongo en tus manos al 100%, tranquila dentro de las cuatro paredes
que me dan seguridad.
Estoy
intentando reflexionar en lo que me dijiste: “¿Qué diferencia hay entre el balcón y la librería? Y creo que la
respuesta es el control. En la librería, en un restaurante, con gente a mi
alrededor, son dos situaciones que yo domino y controlo. Sé lo que tengo que
hacer y solo es cuestión de dar con el momento adecuado. Y yo controlo ese
momento.
Hoy en el
balcón me has cogido por sorpresa. No me lo esperaba y cuando has dado la
orden, en un principio se han activado todas las alarmas, ha empezado la sesión
de control y acto seguido he realizado la tarea. Exponiéndome, sabiendo que me
mirabas. Estaba inquieta pero me sentía bien. Hasta aquí no ha habido ningún
problema. El problema ha llegado cuando me has ordenado…”dedos dentro en coño y culo. Y te quiero oír”. Aquí es donde he perdido el control de la
situación. Dónde quedaba más expuesta, tenía que abrir el albornoz y colocarme
en posición.
¿Cómo ha sido
el momento?
Buena pregunta.
¿Cómo ha sido el momento? Intenso. Incómodo. Fuera de control. Miedo. Auto
superación.
Intenso por toda la experiencia vivida. Expuesta frente a
unos posibles espectadores. Observación rápida de la panorámica. Finalmente
dejándome llevar por el momento. Un situación de intensidad en aumento, de
menos a más hasta que explotar.
Incómodo por no controlar el momento, la situación.
Semidesnuda, no se veía nada de mi cuerpo. Pero me sentía incomoda y fuera de
lugar, poco a poco, esta incomodidad fue desapareciendo para dar lugar a la
comodidad, goce y disfrute.
Fuera de control por ser una tarea nueva, una experiencia
nueva. Estaba fuera de mi alcance, no conocía el terreno y esa falta de control
da lugar a las dudas, al no verme capaz de realizar la demanda. Y eso llevaba
al miedo a ser vista por ojos externos, por ojos inexpertos y ojos que
desconocen lo que vivimos mi Amo y yo. Pero cuando la falta de control y el
miedo fueron controlados y cogidos por los cuernos llegó la auto superación.
Por ser capaz de realizar la tarea con éxito. Feliz y orgullosa por ser capaz
de dejar a un lado mí dudas, por no aceptar la posibilidad de no hacer la labor,
pero sobre todo por no haberme rendido en ningún momento.
Aún así, no
estoy muy orgullosa de mi misma, creo que lo puedo hacer mucho mejor. Pero
estoy orgullosa de mí, porque cuando me has dado la oportunidad de dejarlo no
me he rendido. Te he mirado a los ojos, me he relajada y lo he hecho y
disfrutado. Dos dedos por delante y dos dedos por detrás. Unos orgasmos
intensos y muy sentidos. Unos orgasmos de los que nos gustan. Creo que lo puedo
hacer mejor. Pero para ser la primera vez, estoy feliz y contenta.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.