Muchas veces no
queremos que el tiempo pase. Desearíamos poder pararlo para seguir disfrutando
del momento, para que el día no terminara o simplemente porque estamos a gusto.
Pero hoy, yo,
deseaba que el tiempo volara y era todo lo contrario. Parecía que se había detenido.
Tumbada en el
sillón, tranquilamente, disfrutando de la compañía de mi Amo. Esperando que
llegara el momento, la hora de salir, cuando…”quiero que te acaricies
lentamente. ¿Ves el reloj? Cuando la busca llegue a y media, podrás correrte. Acaríciate
lenta y suavemente.”
De acuerdo Amo. Respondo, pero
por mis adentros me dije que eso es una tortura. Media hora puede pasar muy rápido,
pero también puede pasar muy lentamente.
Primero creí que
sería fácil. Me gusta acariciarme y disfrutar del momento. Así que cerré los
ojos y me centre en la tarea. Caricias suaves de arriba abajo. Bien expuesta,
bien abierta mostrándome a mí Amo. Notando como se iba humedeciendo el coño,
como se iba activando y como se iba formando el orgasmo. Un agradable
cosquilleo iba subiendo y deseaba salir. Abro los ojos, miro el reloj y… ¡no
puede ser! Solo han pasado cinco minutos. ¡CINCO MALDITOS SEGUNDOS! No puede
ser, necesito liberarme, necesito entregar el orgasmo a mi Amo y aún queda
mucho rato. No sé si seré capaz de resistir 25 minutos más. Es mucho tiempo. Me
paro un momento, he intento relajarme. Tengo que ser más fuerte que mi mente,
pero no puedo. Esta situación está siendo superior a mí.
Empiezo a
ponerme nerviosa, siento como los ojos se van empeñando de lágrimas, empiezo a
pensar que no lo lograre, empiezo a venir abajo,…
¡Perrita
mírame! Concéntrate, sí que puede, sé que es dura, no te rindas.
Que fácil es
decirlo Amo, pienso. En mi interior tengo una bomba de relojería, que va
subiendo, que el tic-tac cada vez es más rápido, no quiero pararla, quiero que
explote, pero aún no ha pasado el tiempo. Respiro hondo y… ¡Zas! Un fuerte
azote para pararlo. Miro el reloj…mi cuerpo va más rápido que el reloj.
Perrita,
cuando sean y cuarto podrás correrte. De acuerdo Amo. Respondo con la voz
entrecortada. Vale, eso son solo 10 minutos. Con eso creo que puedo. Respiro
hondo, cierro los ojos y vuelvo a centrarme, por mi mente empiezan a divagar
ideas que provocan que mi placer aumente. Cada vez estoy más excitada, necesito
explotar, necesito gritar y entregarle el orgasmo a mi Amo. Ya debe de faltar
menos. Pero no, tengo tantas ganas de que llegue el momento, que son han
transcurrido un par de minutos. Que agonía, estoy a punto de rendirme, no
puedo, esta nueva experiencia es demasiado para mí, no estoy lista. Pero si no
freno defraudare a mi Amo, y eso no lo quiero. Céntrate, tienes que ser más
fuerte que tus necesidades. Tienes que hacer lo que desea tu Amo, y él desea
que resistas. Venga Aryan[i]
tu puedes. Me doy cuenta de que no quiero tirar la toalla, no quiero ser
castigada, ha reducido el tiempo, y aunque es la primera vez, debo lograrlo. Me
doy ánimos. Me miras y me das ánimos silenciosos. Empiezo a controlar la
situación, parece que el tiempo vuelve a correr, y ya quede menos. Aumento la
velocidad, empieza la cuenta atrás y por fin llega el momento… ahora es el
momento, tendría que explotar pero no sale. Tengo miedo, miedo de dejar pasar
la oportunidad. Amo, no sale. Búscalo.
Alla voy, tiene
que salir, noto que será grade, no puede quedarse encerrado. Lucho con todas
mis fuerzas, acaricio con intensidad, torturo el clítoris y finalmente… ¡Boom! De
mis entrañas sale una gran explosión. Una explosión intensa y profunda que me
deja sin fuerzas. Lo he logreado. Han sido los quince minutos más largos de mi
vida, no puedo más y me derrumbo. Lloro sin control. Necesito llorar y
acurrucarme. Necesito liberarme de las tensiones acumuladas. Me pides que te
mire, pero estoy un poco ausente. Estoy mirando al infinito, antes de mirarte
debo volver en mí. Y también tengo un poco de miedo a mírate. Sé que cuando lo
haga, tu cara me dirá si estas o no satisfecho y orgulloso. Me lo vuelves a
pedir. Cierro los ojos, cojo aire y dirijo mis ojos hacia los tuyos. Y me gusta
lo que veo. Veo una sonrisa, veo un beso. Sí, está feliz. Está orgulloso mi Amo.
Lo he hecho
bien, suspiro profundamente y poco a poco voy volviendo al sillón. Ha sido una
nueva experiencia, dura e intensa, pero ha salido bien y estoy segura, que la próxima
será mejor.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.