12-08-15
De nuevo junto a mi Amo en vivo y en directo. Y digo
en vivo y en directo, porque aunque no todos los días estamos juntos en carne y
huesos, siempre está ahí. A mi lado y nunca siento que no está cerca, porque
aunque nos separan muchos kilómetros, físicamente no noto esta distancia.
Pero ayer, 11 de agosto, de nuevo llegue a casa de
mi Amo. Que nervios, que alegría y que ilusión. Bajar del autobús con la
sonrisa tonta, buscarles con la mirada y… ¡por fin! Allí estaba, guapo y con su
mejor sonrisa esperándome a mí, sí, sí. Me esperaba a mí, a su perrita, a su
puta sumisa. Un pequeño pero intenso beso y para casa. Y con charla
incontrolable, estaba tan nerviosa que no podía dejar de charlar por los codos.
Soy así, que se le va hacer.
Una vez en casa ya no hay ni una pizca de duda: me
dirijo a la habitación de invitados, dejo la maleta y me despojo de mi ropa, en
casa molesta y no es necesaria. Paseo lentamente por casa, digo tonterías,
estoy cansada. Solo necesito relajarme y ubicarme. Poco a poco van pasando los
minutos. Ya está, estoy en casa, todo va poniéndose en su sitio. Así que…a
disfrutar y gozar de estos días, de nuevo, junto a mí Amo, amigo y compañero.
NOCHE DE BIENVENIDA
Nos tumbamos en la cama, pequeños momentos de conversación,
suaves caricias que se van intensificando, suaves caricias que van activando el
cuerpo que pertenece a mi Amo. La respiración se va agitando, el coño se va
humedeciendo y empiezo a mover el cuerpo, buscando más de forma involuntaria.
¡Estate quieta!
Uffff, no sabéis como me molesta esta orden. ¿Cómo
demonios quiere que me este quieta? ¡No puedo! Lo intento con todas mis
fuerzas, concentrándome, manteniendo la calma, pero…no puedo, dejo de controlar
el cuerpo y me dejo llevar. Busco profundidad en la penetración anal y le pido
más…Amo, por favor,…necesito que mi Amo me use cómo se usa a una buena puta,
por el culo, con profundidad, con fuerza para poder explotar con intensidad y
entregarle a mi Amo el orgasmo y el placer de bienvenida que se merece.
Intensidad a tope, respiración agitada, pero aquí
no acaba la sesión. Siento cómo se mueve a mi lado, cómo se coloca de lado y su
rodilla contacta directamente con mi coño, sé lo que quiere pero no me muevo.
Cierro los ojos, respiro profundamente y sin dudar
empiezo a frotarme, primero lentamente y poco a poco, los movimientos se van
intensificando. Voy perdiendo el control. Busco la mano de mi Amo y la agarro
con fuerza. Siento que no puedo más. Siento que voy a explotar intensamente. Aguanto,
pero cuando no puedo más y bajo el permiso pertinente… ¡boom! Que locura, estoy
perdiendo la cabeza y me gusta. Casi no puedo hablar. Cojo aire, calmo mi
respiración y… gracias Amo, muchísimas
gracias.
¿Cuántos agujeros he usado perrita?
Uso dos, aún quedaba uno, la boca, eso significaba
que no había terminado la sesión y que era el momento de dejar salir a la
chupona que llevo dentro. El momento de tener el poder en mis manos o mejor
dicho en mi boca. Era otro momento, mi gran momento por hacerle gozar al máximo.
Para dedicarme a él primero suavemente, buscando profundidad, hasta escucharlo
respirar profundamente y gemir, sí, esa es la señal. La señal para aumentar el
ritmo y…parar un momento para coger aire, y adorar y notar la polla de mi Amo
en mi cara. Una vez recuperada la respiración…seguir, seguir mimando a mi Amo,
seguir entregándome a él, seguir con el poder un poco más.
Cada momento es único, especial. Cada momento es
entrega, disfrute y sumisión. Sé que si no dice lo contrario es que le gusta y
disfruta. Pero yo no puedo dejar de preguntarle… ¿Te ha gustado Amo? “claro, perrita”. Eso me satisface y me
enorgullece. Sonrisa tonta, más relajada ya, llega el momento de ir cerrando
los ojos.
Buenas noches Amo te desea la
puta perra que te pertenece. Hasta mañana.
“Buenas noches perrita. Hasta mañana beauty”
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.