Primero de todo, como hago
últimamente pedir disculpas por no escribir tan a menudo. El tiempo no me lo
permite tanto como me gustaría, pero algún día eso cambiara.
Durante las fiestas navideñas
pude estar de nuevo unos días junto a mi Amo. Para mi eso es mágico y solo
pensarlo me emociono y me siento más feliz que siempre.
Los primeros días del
encuentro no son fáciles, porque parece que todo lo aprendido con sangre y
sudor: controlar mi placer, ser usada con mi Amo quiera, aceptar que no siempre
podré llegar al orgasmo,… es como si todo eso desapareciera. Mi deseo de ser
usada y tocada por ti es tan grande que es como si mi autocontrol
desapareciera, aunque pasado los dos primeros días todo ese control vuelve a
mi.
En estos días, después de
mucho tiempo volví a sentir el cinturón, mi amigo. Esta vez vino con más
fuerza, con mucho más dolor y con mucho más placer. Los primeros contactos no
fueron fáciles, es como si hubiera olvidado lo que sentía cuando el cinturón
golpeaba mi piel, mi resistencia disminuya y mis lágrimas crecían. Pero no por
eso me rendí, fui capaz de canalizar el dolor que sentía en placer para poder
entregártelo. Azotes fuertes, azotes que me llenaban de sentimientos
contradictorios pero que fui capaz de resistir y saborear para nuestro
disfrute.
Las sesiones fueron intensas.
Me gusta todo de las sesiones: la voz dura de mi Amo, la mezcla de
penetraciones y azotes, los momentos de agradecimiento, de recuperación. Cada
momento es distinto y cada momento nos une más.
Pero para mí, las mejores
sesiones llegan de buena mañana. Las
sesiones madrugadoras, que digo yo. Estas empiezan con “en posición” Aún media
dormida, controlando mi lengua para que no se me escape un “¿Ahora? ¿Que pasa?”,
me coloco en posición. Me lo dejaste mi claro, si esa frase se escapaba de mi
boca recibiría un merecido castigo, y eso es lo ultimo que quiero, porque
aunque con el tiempo he comprendido que los castigos son buenos para mejorar,
no puedo dejar de sentirme mal. Frente un castigo me siento que estoy fallando
a mi Amo y eso no me gusta.
Estas sesiones empiezan con
unos fuertes azotes para activarme, no hay pausa entre ellos. Y a medida que
pasan las mañanas se hacen más dolorosos, porque evidentemente la zona que
recibe, el culo, no tiene tiempo para recuperarse. Y a la vez, cada mañana
aparecen más rápido las lagrimas de dolor, esas lagrimas que después de ser
usada, tu mi Amo, te bebes. Después de una buena tanda de
azotes placenteros, llega el momento de seguir ofreciéndome como te mereces
para que me puedas usar, cuando llegaba este momento el primer pensamiento que
se cruzaba por mi mente era: “por favor que me deje terminar” El miedo, por así
decirlo, de que no tuviera el permiso de explotar aumentaba mi placer, mi
excitación y eso a la vez complicaba el autocontrol.
Y al igual que con el paso de
los días, los azotes son más difíciles de resistir, también llegaba algún día
que me sentía con pocas fuerzas para aguantar, tenia la sensación que perdía el
control del cuerpo que le pertenece a mi Amo, y entre el miedo a explotar
cuando no toca y el miedo a no poder explotar, mi excitación crecía por
momentos. Dicho de otra forma, en mi interior cada mañana había una bomba de
relojería.
Pero lo logré. Logré no
pedirte que pararas en ningún momento durante los azotes, lo sé, eres tu quien
mandas y decides, pero en algunos momentos me sentía incapaz de continuar,
hasta que sentía tu voz diciéndome “Muy bien mi putita, me gusta”. Al sentirlas
me daban fuerzas para seguir y no tirar la toalla. Para seguir entregándome a
ti con orgullo y felicidad hasta que tu creías necesario. Después llegaba mi
pequeño momento. El momento de sentir tus abrazos, de dejar fluir las lagrimas,
para relajarme y saborear todo lo vivido. Un pequeño momento que me permites
compartir contigo.
Siempre he pensado, que
después de una sesión es necesario poder disponer del pequeño momento de la sumisa, el momento en que vuelve en ti, el
momento en el que el Amo te dedica unos minutos a mimarte y a quererte. Minutos
que te ayudan a relajarte y a sentirte mucho mejor de lo que ya te sentías.
Para acto seguido seguir con nuestras obligaciones: atender a tu Amo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.