Pàgines

dijous, 21 de gener del 2016

FANTASÍA 3

El día amanece tranquilo. La tienda está tranquila y vamos haciendo poco a poco, de vez en cuando entra alguien, pero nadie interesante. Está siendo un mañana tranquila cuando de repente entra un hombre alto, atractivo y con apariencia seria. En este momento me encuentro sola detrás del mostrador. Mientras lo atiendo me pasa una tarjeta “sé lo que necesitas, en media hora te espero en el café de delante”. No puedo dejar de pensar en la nota. ¿Qué sabe lo que necesito? ¿Sabe quién soy? En un primer momento me digo que no iré, no sé nada de él. Y si me está engañando? Pero la curiosidad me mata, así que pasada media hora cojo mi abrigo y me dirijo al punto de encuentro.
Hola putita, sabría que vendrías” al sentir esas palabras me quedo helada. Petrificada. Parece que sí que sabe quién soy. Así que decido dejarme llevar. “¿y que puedes ofrecerme?” “entrega, dolor, placer e intensidad. ¿Te animas?” Evidentemente acepto su oferta. Me alcanza otra nota donde hay las instrucciones a seguir. Al salir de la tienda, ve a la oficina de tu Amo. Entra en la sala de reuniones y prepárate como tú ya sabes en la mesa principal. Van pasando las horas, no deseo otra cosa que llegue el gran momento de cerrar y poder ir al punto de encuentro. Van entrando clientes, poco pero los voy añadiendo a mi lista mental. Hoy en total han sido 4, y si los añadimos a los anteriores son un total de 9 hombres. Empiezo estar muy al borde de correrme.
Por fin es la hora. Así que sin dudarlo voy a la oficina de mi Amo. Entro con seguridad y me dirijo al baño. Allí me preparado como una buena sumisa, es decir nada. Sin ropa, solo con unos zapatos de tacón y un corpiño que me han dejado en el baño voy hasta la sala de reuniones. No hay nadie, despacio me subo a la mesa, me cubro los ojos con la venda que está allí y me tumbo. La mesa esta fría, van pasando los minutos, me voy poniendo nerviosa y cada vez más. No escucho ningún ruido, ninguna señal. Odio tener los ojos cubiertos cuando ya estoy a punto de un ataque de nervios y estoy dispuesta a quitarme la venda…una mano desconocida me sujeta. No, no, putita. Nadie te lo ha permitido. Es la voz de mi Amo, pero no son sus manos. Empieza el juego puta, disfruta y haz que disfrutemos. Asiento con la cabeza. No soy consciente de cuanta gente hay a mí alrededor, no sé lo que sucederá, nadie me ha dicho que debo de llevar a cabo mi trabajo de secretaria. Pero es que nadie dice nada. Solo se oye mi respiración y de los hombres de mi alrededor. Ahora te ataremos. Ya sabes en cualquier momento…Mariposa, respondo yo.
Por mi cuerpo se desplazan cuatro manos, dos desconocidas y unas conocidas del otro día. Me atan con los brazos por encima de mi cabeza y las piernas bien abiertas. Quedando totalmente expuesta. Entra en acción otro hombre, empieza a jugar con las tetas. Las azota, primero con la mano, azotes intensos y seguidos. Va dando color a todo el pecho, sin dejarse ningún rincón. Cuando ya empiezan a arderme, se dedica a los pezones erectos y sensibles. Los muerde, los pellizca y los humedece. De vez en cuando los retuerce con fuerza. Duele, está siendo doloroso pero también muy placentero. Se me escapan gemidos y gritos de dolor. Deducen que necesito otro lugar donde poner mi atención. Y entra en juego otro desconocido. No sé si es el que me ha atado o es otro. Solo sé que se dedica al coño. Primero lo acaricia, juego con el clito húmedo y descapuchado, está usando la técnica de mi Amo, pero no es él. Pequeños círculos durante unos breves segundos y acto seguido ligeros golpecitos. Es una mezcla de sensaciones, no puedo más, necesito explotar. El cuerpo se me tensa, no lo puedo controlar más y…explota cuando lo necesites, mi putita. Esta voz la reconozco es mi Amo y tengo su permiso. Así que les entrego mi primer orgasmo, un orgasmo intenso y largo. Después de mi explosión, todas las manos se retiran, pero no me desatan. Me dejan recuperar la respiración y el control del cuerpo. Cuando mi respiración está más relajada, el cuerpo empieza a destensarse, alguien se acerca, va masajeando mis piernas, va subiendo despacio hasta el coño. Y cuando está cerca de él, lo acaricia con una cola de gato. Eso me dice que seré azotada. Entro en tensión. Estoy con los ojos vendados y no sé cuándo empezara a azotar, no lo puedo controlar. De momento solo son caricias y cuando relajo el cuerpo… ¡zas! Cae el primer azote. Grito, no lo puedo controlar. Tranquila putita, tu puedes. Relájate. Hago caso a la voz desconocida. Los azotes empiezan a ser intensos y pausados. Van de una zona a otra, dando color y calor.
De repente alguien me penetra, pero los azotes no paran. Mientras alguien me usa con intensidad el otro me azota. No sé con qué concentrarme. Está siendo una locura. El que me folla lo hace fuerte, intense y sin pausa. Siento como su respiración se va acelerando, como su polla se va hinchando, como está a punto de explotar, empiezo a retorcerme de placer, quiero que se correr dentro de mí. Y no se hace esperar. Con unas cuantas penetraciones fuertes e intensas se libera dentro de mí. Las piernas me flaquean, pero no me dejan respirar. Me desatan, me dan la vuelta y me vuelven a atar. Debajo de mi pelvis me ponen un cojín, de esta forma el culo queda en pompa. Una posición ideal. Empiezan a azotarlo, son varios a la vez. Noto unas manos, una fusta y una cola de gato. Son azotes pausados pero intensos. Voy notando como el culo empieza enrojecerse, empieza a quemarme y no solo la piel, mi interior también empieza a quemarme. A la que uno de ellos me toque un poco…explotare en mil trocitos. Sé que lo saben. Están haciéndome sufrir. Y yo voy aguantando. Jadeo con fuerza, se me escapa un por favor, pero nadie responde. Solo actúan, unos dedos, tres por ser concretos, se cuelan en mi culo y dos juegan con el clito. Un doble carburador, como dice mi Amo. Se mueven con intensidad, en círculos y profundas penetraciones. Cuando ya no puedo más, pierdo el control y… ¡boom! Otra gran explosión. Una gran explosión. Mucho más intensa que la anterior, noto como mis fluidos van deslizándose por mis piernas. Ellos se acercan a esa zonas, algunos solo huelen otros me chupan. Yo voy relajando el cuerpo, voy perdiendo fuerzas y los ojos se me van cerrando debajo de la venda. La respiración se va pausando y me quedo dormida.

Cuando abro los ojos, estoy desatada encima de una superficie blanda con las manos de mi Amo masajeándome. Cuando he logrado situarme…gracias Amo por esa sesión tan intensa. Gracias a ti perrita. Has estado fenomenal.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.