Ya hace un año que empece en el
mundo del BDSM, para mi, el mayor reto a superar fue aceptar mi
realidad, darme cuenta de mis necesidades e intentar llevarlas a
cabo. Coger el toro por los cuernos, como se dice, no fue una
decisión fácil pero des del día que la tome hasta el día de hoy
no me arrepiento de nada y creo que he logrado mucho más de lo que
me hubiera podido imaginar.
A partir de aquí he ido realizando
cosas que pensaba que nunca seria capaz de realizar. En primer lugar
ser capaz de mostrarme desnuda con la luz abierta. Puede que
para mucha gente esto sea una tontería, pero cuando una no se siente
segura de su cuerpo no esta dispuesta a mostrarlo con tal facilidad.
Llevar a cabo la orden no fue fácil, con el tiempo aprendí a
aceptarme, a verme con buenos ojos, en definitiva a quererme y a
aceptarme. Cono todo eso, estar desnuda frente a ti ya no es una
incomodidad, todo el contrario me gusta poder mostrate mi cuerpo
porque por primera vez en mucho tiempo puedo decir que tengo un
cuerpo bonito. Con la seguridad de que mi cuerpo es bonito, me sentí
preparada para realizar topless y mostrar al mundo, por así
decirlo, mis encantos. En otras circunstancias, sin esa seguridad y
sin ser capaz de controlar mis dudas no lo hubiera hecho, pero fui
capaz de llevar a cabo algo que deseaba des de hacia tiempo. Estar
tumbada en la arena con los pechos a la vista fue una situación que
paso de desagradable a cómoda y divertida.
Por otro lado, todos estos pasos me
llevaron a dormir desnuda. Pero no solo eso, porque al
principio de dormir desnuda a tu lado, aún sintiéndome cómoda y
segura, tenia la necesidad de taparme con las sabanas y que estas
estuvieran bien cerca de mi cuerpo para asegurarme que durante la
noche ninguna parte del cuerpo quedara al descubierto. Hoy puedo
decir que ya no tengo la necesidad de sentirme protegida por las
sabanas, al contrario me gusta pensar que puedo quedar al descubierto
y ser vista por tus ojos, me gusta pensar que disfrutas y disfrutaras
con simplemente observándome.
Dentro de los retos que pueden
parecer tontos, hay el hecho de acariciar los pies, con solo
pensar en que tendría que tocar unos ya me venían nauseas, no podía
ni tocarlos ni que alguien me tocara con sus pies. No lo encontraba
ni bonito ni agradable, hasta que descubrí lo que es recibir unas
suaves caricias por parte de tu pareja en los pies. El momento es
relajante, sumamente erótico y excitante. Me sentía feliz y
disfrutaba del placer que estaba recibiendo. Al no sentirme
presionada poco a poco empece a acariciar los tuyos y al observar tu
cara, como cambiaba, como estabas disfrutando del momento, me di
cuenta que acariciar los pies a la persona a la que quieres es un
momento único y no solo eso, sino que estoy dando otro tipo de
placer a mi Amo y a la vez compartimos un gran momento. Ahora puedo
decir que me siento feliz de haber sido capaz de hacer este paso por
decisión propia sin haber sido una orden. Ya que me demuestra que
cada vez estoy más preparada para ir más allá con mis propias
decisiones y no dudar.
Reflexionando sobre mi forma de
disfrutar de una relación, que me gusta sentirme sometida por mi
Amo, pareja y amigo, da la risa pensar que soy capaz de disfrutar
con el dolor y lograr orgasmos con él, cuando
antes era incapaz de mostrarme desnuda. Circunstancias de la vida.
Como todo, lo desconocido da miedo,
pero al leer y descubrir que eso era lo que yo deseaba y necesitaba
para sentirme feliz y libre, no lo dude y lo fui a buscar. Todo lleva
su tiempo y su aprendizaje, evidentemente el grado de dolor ha ido
creciendo con mis logros y mi capacidad de resistencia, pero por
primera vez en mi vida, empece a disfrutar, a sentir y a vivir de
verdad. Atrás queda el sexo vainilla que no me hacia sentir
satisfecha, ahora por fin doy y recibo el sexo que siempre he
deseado, intenso, con dolor controlado, sometiéndome,... todo eso me
llena de experiencias y grandes momentos que los puedo aplicar en mi
día a día y me hacen ser una mujer más decidía, más segura y más
fuerte.