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dimecres, 9 d’octubre del 2013

LOS VIAJES EN COCHE

Des de hace un tiempo me traslade a vivir a otro pueblo por motivos de trabajo. Tomar la decisión no fue fácil, pero ahora pasado un tiempo he llegado a la conclusión que fue una de las mejores decisiones que he tomado, por varias razones, pero las dos más importantes son: El trabajo y poder tener la intimidad necesaria para poder satisfacer a mi Amo siempre que él quiera y cuando quiera.

Vivir en otro pueblo, significa que casi todos los fines de semana voy a casa de mi madre y eso es igual a dos trayectos largos, uno de ida y otra de vuelta. Conducir me gusta mucho, disfruto estando en el coche, pero cuando ya has hecho el trayecto unas mil veces, por decir un numero, este se vuelve aburrido y monótono. El paisaje es el mismo, solo cambia la música y los coches que van a tu misma dirección. Por así decirlo, podría realizar el trayecto con los ojos cerrados, pero por mi seguridad no lo haré.
Dicho esto, nunca puede imaginar que un trayecto largo y aburrido, se podría transformar en corto e interesante. Este cambio lo produjo mi querido Amo, que a veces su mente puede ser algo perversa y juguetona. Eso es algo que me encanta porque nunca sé con que novedad me sorprenderá. Y espero y deseo que nunca deje de poner en practica su imaginación. 

Para poder entender bien la idea de mi Amo, tengo que ir unos días atrás. En nuestro ultimo encuentro lo fui a recoger con vestido y sin ropa interior, al llegar al coche me pregunto:
- ¿Has visto Historia de o?
- Si, la he visto.
- Bien, pues quiero que te sientas en el coche igual que ella se sienta en el bar. Levantate la falda y siente el calor del asiento en tu culo.

Seguramente en su momento ya lo comente en un post, pero escribir estas lineas, me hacen recordar lo mal que lo pase en aquel momento, la falda queda unos centímetros justo tapando el sexo y, sin poderlo controlar mis manos iban con la intención de bajarla un poco, cuando hacia este movimiento mi Amo, con voz severa decía: ¡Quieta! ¿Alguien te ha dicho que la puedes bajar?
Toda la semana a su lado, tuve que conducir así, los primeros días me sentía incomoda, con la sensación que cualquier conductor o viandante podría verme. Pero con el paso del tiempo esta incomodidad se convirtió en comodidad, placer y distracción. Si, lo sé, una distracción muy placentera pero a la vez un poco temeraria. Pero bueno... a mi me encanto y a mi Amo también.

A raíz de esta nueva experiencia, mi Amo impuso una nueva orden, cada vez que me fuera a casa de mi madre y viajara sola en el coche, tenia que hacer lo mismo, ponerme un vestido sin ropa interior debajo y sentarme directamente en el asiento. Pero además, en cada parada larga y en cada semáforo tenia que acariciarme.
Tengo que confesar que en cuanto me lo dijo mi primer pensamiento fue un tanto negativo, si estando con él me fue difícil hacerlo, sola no me lo podía imaginar. Pero como buena sumisa que quiero ser, cada vez que voy a casa de mi madre hago la tarea intentando no rechistar.
Así es como mis trayectos largos y aburridos se han transformado en cortos, interesantes y divertidos. Aunque a veces no son nada divertidos por dos motivos: o tengo la mala suerte de encontrar todos los semáforos en verde y trafico fluido, nunca imagine que diría eso. O las paradas no son lo suficientemente largas para poder llegar al éxtasis, y tengo que conformarme en sentir como el orgasmo va creciendo y no explota, porque claro no he tenido tiempo. Cuando paso lo segundo es mucho más frustrante que lo primero. Ya que si no me puede acariciar la excitación no aumenta y por lo tanto no me quedo con las ganas. Pero si me puedo acariciar la excitación aumenta y luchas para poder llegar hasta el cielo, pero si no tienes tiempo suficiente, llegar a casa sin haber llegado al orgasmo... es algo que me pone un poco de mala leche. Así que tendré que ir practicando para poder ser más rápida que los semáforos y poder llegar a casa satisfecha y feliz.