Me ha costado un poco llegar
hasta aquí, pero por fin disfruto de los azotes, y por fin me dan el placer que
desde mis inicios he estado buscando. Ya no me dan miedo, ya no es solo dolor,
ahora es dolor y placer, una mezcla fantástica.
En este post os quiero describir
dos sesiones en que los azotes fueron los protagonistas.
AZOTES EN LOS PECHOS
Hasta día de hoy, los azotes los
había realizado en el culo y en el sexo, sí alguna vez también en los pechos,
pero no de forma única y exclusiva. Esta vez los protagonistas fueron ellos. La
tarea concisita en azotar diez veces el pezón derecho, diez el izquierdo, luego
azotar diez veces la parte superior del pecho derecho y luego el izquierdo.
La verdad es que en los pezones
los azotes eran más dolorosos que en la parte superior del pecho, pero su forma
de reaccionar fue espectacular. Mientras azotaba el pezón derecho, el izquierdo
iba reaccionando. Con cada azote iba floreciendo y luchando para salir. Para acto
seguido, cuando azotaba este pezón que ya estaba en acción, reaccionara el
otro. Sentía como iban saliendo, como se iban poniendo duros, erectos y
sensibles. Con solo una suave caricia en ellos estoy casi convencida que
hubiera tenido allá mismo un pequeño orgasmo. Ya que a la vez que los pezones
reaccionaba, el sexo también lo hacia. Los otros veinte azotes, realizados en
la parte superior, provocaron que todo el cuerpo fuera reaccionando, que la
sangre se acabara de concertar toda en ellos y que cada vez más estuviera más húmeda.
La tarea, termino con un pequeño premio, un orgasmo. Cuando me acaricie descubrí
que estaba mucho más húmeda de lo que nunca hubiera imaginado, estaba contenta
y feliz, ya que por fin toda yo reaccionaba como es debido. El orgasmo fue fantástico,
de aquellos que le gustan a mi Amo, y a mí.
Pero la tarea no termino aquí,
cuando mi Amo me plantea un nuevo reto, como mínimo lo tengo que realizar dos
veces, una primera vez con el número que él me indica, y la segunda vez
subiendo cinco o los que yo me vea capaz. La primera vez fueron un total de 40.
Para la segunda vez, tenia que subir a 20 más en total o si me veía capaz unos
cuantos más. Logré añadir los 20, pero ya estaban al limite de de más dolor que
placer y no me vi capaz de continuar. Así que volví a disfrutar igual o más que
la primera vez, pero me quedo el gusanillo de subir un poco más con los azotes.
Pero estoy feliz, entre las dos tareas fueron un total de 100. 40 azotes la
primera vez y 60 la segunda. Nunca hubiera imaginado que fuera capaz de llegar
tan lejos con los azotes. Pero los disfruto, me gusta descubrir como reacciona
el cuerpo y sobretodo ver el bonito color que queda luego, un rojo intenso pasión.
Solo sé que esta vez ha salido bien, y que lo volveremos a intentar, por
supuesto. Pero debo de tener siempre presente, que esto no quiere decir que
siempre debe de salir bien. Me es difícil aceptarlo, pero poco a poco lo voy
comprendiendo y así, si alguna vez algo falla ya no me siento tan frustrada.
AZOTES EN EL SEXO
Como ya os he dicho este post va
de azotes, primero en el pecho y ahora es el turno del sexo. En este aspecto estoy
aprendiendo a diferenciar los placenteros de los de castigo. Y creedme, me
quedo con los placenteros.
La tarea de los azotes en el
sexo consiste en realizar 20 azotes en tres fases. Es decir me doy los azotes y
luego orgasmo de clítoris, veinte azotes más y orgasmo en el sexo externo y
finalmente veinte azotes más y orgasmo con penetración.
A diferencia de los azotes en el
culo o en el pecho que poco a poco van haciendo que toda yo reaccione, en el
sexo me cuesta más. Los veinte primeros, sirvieron para calentar los motores
que digo yo, pero los que realmente subieron la temperatura fueron los cuarenta
siguientes. Si, que el sexo va reaccionando pero se resiste un poco. Pero cuando
todo esta sensible, cuando toda la excitación y la sangre esta concentrada en el
sexo, provoca que los orgasmos no tardeen en llegar, la sensibilidad de la zona
agradece las suaves pero intensas caricias, terminado su relajación con un
orgasmo. Al igual que la tarea anterior, esta también la repetimos, y la
segunda vez fue una tanda de veinticinco azotes y dos de treinta. Si lo sumo da
un total de 85, y la verdad me quedo helada de ser capaz de llegar tan lejos. Cada
vez me sorprendo más de mi misma y sé que tengo de seguir trabajando en este
tema, porque hemos descubierto que el cuerpo, no me reacciona igual cuando los
azotes los recibo cuando ya estoy en acción o cuando empezamos directamente con
ellos. Deduzco que al no estar del todo excitada, aunque siempre estoy a punto
para mi Amo, hace que los primeros azotes no den el resultado deseado.
Si, me voy superando, y esta
superación la puedo lograr gracias a ti, a tu paciencia, a tus consejos y a tu
comprensión. Cada día me entrego más a ti. Así que como siempre, gracias por
todo, no solo por desear que sea tu sumisa, sino también por verme y saber en
todo momento lo que necesito, como me siento y si estoy lista o no para subir
un peldaño.
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