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dimecres, 23 d’abril del 2014

DE NUEVO JUNTO A TI (III)

Estos días contigo, también descubrir otro tipo de azotes. Hasta el día de hoy, siempre había sido azotada en culo, sexo o tetas. Pero, ahora me diste la oportunidad de descubrir que se siente al ser azotada en la espalda y  en medio del culo, encima del ano.

No sé muy bien como describir lo que sentía, ni como lo vivía. Los azotes eran realizados con el gato de colas. No sé si es por la falta de costumbre o porque son dos zonas más sensibles, la sensación era muy dolorosa. Sobretodo los primeros contactos. Poco a poco, aunque la intensidad era la misma, el dolor se transformaba en placer y mi resistencia aumentaba, deseando que no parara. Eso si, no os lo negare, siempre que era azotada en la espalda, no solo crecía el placer sino también las lágrimas.
Si tuviera que escoger una de las dos zonas, supongo que me quedaría con los azotes en medio del culo. Era una sensación muy extraña. Los primeros siempre eran muy molestos y muy dolorosas, casi insoportables, pero cuando el cuerpo los aceptaba y yo me relajaba era un gran momento. Se empezaba a generar el placer en mi interior, al ser una zona más sensible, el placer era mucho mayor, en un primer momento deseaba que se terminara, pero pasado un rato solo deseaba que siguiera, para poder darle a mi Amo todo el placer que se merece. Por otro lado, a medida que el placer aumentaba, iba notando como el ano se iba abriendo para poder recibir como se merece a mi Amo.
Así que con la posición adecuada, de rodillas con el culo en pompa y bien abierto, me entrega a ti para que disfrutaras primero con los azotes y luego ocupando el pequeño, pero maravilloso espacio, buscando todo el placer para ti. Eran pequeños orgasmos, pero eran tan intensos que me quedaba sin fuerzas, y deseando mucho más. Porque por fin, no solo disfruto mi Amo de la penetración anal, sino que yo también. Por primera vez no era extremadamente dolorosa, por primera vez lloré de felicidad por haber logrado sentirte en mi interior por la parte trasera. Si, una vez más logramos conseguir otro reto. Todo en su debido tiempo se puedo lograr. Gracia por la paciencia y el tiempo que me dedicas. Muchísimas gracias.

FOTOS
Últimamente, no solo nos dedicamos a sesiones…como decirlo, ¿puras? Porque estoy convencida que por mucha gente, nuestras sesiones son extrañas, pero para mí, y creo que para ti también, mi Amo, todos los momentos en que estamos juntos, jugando o no, estamos en sesión. Hay sesión de dolor y placer, sesiones de solo dolor, o simplemente sesiones íntimas, dónde hay risas y nuestros momentos. No me importa lo que pueda creer el resto de gente, solo me importa lo que puedas pensar tu de mi, y por lo que me dices, sé que estas orgulloso.

Así que, en los momentos en que disfrutábamos de tu cámara, para mi forman parte de estas sesiones de bdsm, intimas y secretes. Tú y yo, en la habitación disfrutando del momento. Poco a poco voy disfrutando más de este momento, aún me sigo mostrando un poco vergonzosa, según lo que me pidas, pero ya estoy más relajada y más dispuesta a mostrarme como tu más desees, para entregártelo todo, no solo mi placer, sino también mi intimidad y mi cuerpo. Todo es para ti mi Amo. Mi cuerpo es tuyo.



DESPEDIDA
Y tristemente llegó la despedida. Era nuestro ultimo día juntos hasta la próxima, porque no era un adiós, sino un hasta luego. Cada vez es más duro estar tanto tiempo lejos, físicamente, de té. Aunque estemos muy unidos. Y esta despedida, fue especialmente dura, pero también bonita y muy intensa.
A dos horas de marcharme a mi casa, me ordenaste: muéstrate. Se me dibujo una gran sonrisa en mi rostro, era algo que deseaba, deseba que me utilizaras por ultima vez, de esta ocasión, para poder volver a mi casa con un bonito recuerdo de nuestro encuentro. Fue una sesión de dolor y placer, muy intensa. Donde hubo azotes con el gato en la espalda, y en el ano para abrirte el paso. Me usaste con toda tu fuerza por el culo y por el sexo, me hiciste vaciar de placer para dártelo todo. Sentirte en mi interior, sentir tus manos encima del cuerpo, simplemente sentirte me ponían los pelos de punta. Fue una sesión dónde predomino el dolor y luego el placer. Todo el cuerpo se tensaba y luchaba para dejar salir todo el placer y todas las sensaciones vivida por todos sus poros, pero no había bastantes, así que todo lo sentido también salió por los ojos. Lágrimas y lágrimas, por mucho que lo intentara no las podía parar, salían sin control. De repente llegó el gran deseo de besarte, de tocarte, de abrazarte, pero no me dabas el permiso, no lograba relajarme, necesitaba sentir tu calor, sentirme abrazada y protegida por ti. Aquello era muy especial, era un hasta luego. Pero la dureza de tener que separarme de ti por un largo periodo de tiempo, hacia que aquella sesión no fuera una más, sino una sesión única. Otro momento nuestro, intimo y privado. Donde solo estábamos Tú y yo.
Finalmente, cuando logre relajarme un poco, cuando el pie ya no se movía solo y mi respiración era más pausada, y después de pedírtelo varias veces, me diste el permiso para abrazarte.
Te abrace con fuerza, me acunaste, me besaste dulcemente y con voz suave me felicitaste. Con la voz entrecortada, te dí las gracias por todo. Y hoy, pasado unos días, con otra vez lagrimas en los ojos y siendo un día especial, te vuelvo a dar las gracias por todo. Por dejar que se tu sumisa, por enseñarme, por domarme, por mimarme y sobretodo cuidarme y protegerme. Gracias mi Amo por todo, por ser quien eres y por dejar que yo sea yo y no otra. 
Con todo mi corazón. Para ti, mi Amo.

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