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dissabte, 5 d’abril del 2014

UN NUEVO CORRECTIVO

Dicen que el ser humano es aquel que tropieza dos veces con la misma piedra, y que a veces por mucho que se quiera evitar es casi imposible. Forma parte de nuestra naturaleza.

Y eso es lo que me ha pasado a mí. Hace cosa de un mes fui castigada por mostrarme dudosa y con inseguridad frente a una nueva tarea que me proponía mi Amo. Ahora he sido castigada por no realizar del todo bien una orden y olvidar, un poco, cuales son mis prioridades. Como he dicho muchas veces, cuando me aplican un correctivo, generalmente me afecta muchísimo, poco a poco he ido aprendido a canalizar estos sentimientos para lograr que no me afecten tanto y no seguir pensando en el correctivo una vez aplicado y realizado.
Con este nuevo correctivo, no solo me ha ayudado a darme cuenta de mi error y aprender cuales deben ser mis prioridades, me ha ayudado también a aprender a canalizar los sentimientos de rabia y fracaso hacia mi misma por haber fallado a mi Amo y por no haber realizado correctamente la tarea, a canalizar la tristeza, antes cuando recibía un castigo el mal estar, las lagrimas duraban un tiempo, duraban antes, durante y después del castigo. Con este correctivo he sabido controlar este sentimiento. El sentirme mal y seguir con mí día a día con una sonrisa después del correctivo.
Todo aprendizaje lleva su tiempo, y aunque este ha tardado un tiempo largo, como dice el dicho: mejor tarde que nunca. Este aprendizaje no solo lo podré aplicar en mi lado sumiso, sino también en mi lado laboral, muchos días hay fracasos o intentos fallidos que te los llevas a casa y hacen que un día en que el sol relucía se convierta en un día largo y nublado y todo lo veas negativo. Así que después de este largo correctivo, ha durado diez días, puedo decir que ante un mal momento se llora unos minutos para relajar el cuerpo y luego se pone la mejor sonrisa para que el día que empezó genial, termine igual.

Dicho esto, hace dos semanas me fui de excursión con unas amigas y yo tenia la tarea de entregarle a mi Amo dos orgasmos durante el camino y una vez realizarlo enviarle un miniblog, para que el supiera que lo había realizado y como había ido. Solo leer la orden el cuerpo ya se activo y empezó a generar placer, la tarea no solo me gustaba que sino me excitaba. Aunque me sentía un poco entre la espada y la pared, si, tengo muy interiorizada la frase: cuando y dónde quiera. Pero a día de hoy me sigue poniendo nerviosa, sobretodo si hay gente a mí alrededor que me puede pillar o ver.
Aún así, llena de excitación y nervios lleve a cabo mi orden, pero el miniblog no llego al momento adecuado, o mejor dicho, casi no llega. Aquí tuve mi primer fallo, y esto me llevo al correctivo. Generalmente es mi Amo quién decide el correctivo, pero esta vez me lo hizo pensar a mí. Vaya… no estaba yo lo bastante nerviosa por no haber realizado correctamente la tarea, como para que encima tuviera que pensar en el correctivo. Mi cabeza empezó a dar vueltas y más vueltas hasta dar con el correctivo adecuado, o eso creí y se lo propuse. Y le gusto, pero Él lo alargo un poco, yo le propuse acariciarme hasta generar un orgasmo sin explotar, le pareció bien pero añadió la cláusula que seria durante siete días.
Madre mía…cuando leí aquello casi caigo en el suelo y me pongo a llorar, si no hubiera estado acompañada estoy segura que hubiera sido así. Pero al no estarlo, aguanté las lágrimas y las ganas de gritar y como hice siempre acepté mi correctivo con orgullo. Aunque sabia que seria duro y difícil, a la vez estaba convencida que lo lograría. Pero en cuestión de tres horas o más la volví a liar. El miniblog no llegó, mi Amo me lo tuvo que pedir y este fallo, hizo que el correctivo se aumentar de siete a diez días.
Hoy hace cuatro días que termine el correctivo, han sido diez días muy duros, los primeros fueron más fáciles de sobrellevar, pero a medida que el cuerpo se iba cargando de placer, que no podía estallar, solo empezar a acariciarme el orgasmo subía y subía, luchaba con todas sus fuerzas por salir al exterior y poder entregarlo a mi Amo, pero no me estaba permitido. Estos días han sido una lucha entre el deseo y el deber, una lucha contra el desanimo, contra la falta de voluntad y las ganas de no parar. Han sido diez días de querer y no poder. Pero aunque han sido duros, os puedo asegurar que he aprendido la lección, y solo deseo no volver a equivocarme en eso mismo. Y digo en eso mismo, porque estoy convencida que volver a fallar, porque siempre hay intentos fallidos o errores. Si no los hubiera seriamos maquinas, y eso aún no ha sucedido.

Este correctivo me ha ayudado a aprender de mis errores, a darme cuenta que si nos propones algo y ponemos todo nuestro empeño lo podemos lograr y que los instintos, si se quiere, se pueden controlar. 

Con todo eso, al final de los diez días llego una gran tarea que compenso, un poco, bueno mucho, porque os voy a engañar, todos estos días sin poder explotar y entregar mi placer a mi Amo.
Así que…

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