Solo han pasado cuatro horas
des de que nos dijimos hasta luego, después de una semana juntos descubriendo
la magnifica isla que se abria bajo nuestros pies. Durante estas cuatro horas he estado intentando
ordenar las ideas de todo lo que hemos vivido y no sé por dónde empezar.
Durante estos días hemos experimentado nuevas sensaciones y superado algunos
limites. Y por eso me siento feliz, no solo por haberlo compartido contigo,
sino también por darme cuenta de que junto a ti soy capaz de todo lo que me
propongas y nos propongamos.
Con este post, quiero intentar
realizar un pequeño pero gran resumen de lo que han estado estos días junto a
mi Amo, contando todo aquello que ha sido importante para mi. Ya que estos
escritos me ayudan a reflexionar e interiorizar todas las sesiones y
experiencias vividas.
EL VUELO
Volar no es una de mis
pasiones, durante el vuelo estoy tranquila, pero hay dos momentos en que lo
paso realmente mal: despegue y aterrizaje. Mi Amo lo sabía y por eso intento
distraerme un poco. En el vuelo de ida durante el despegue intento distraerme
con una charla entretenida. La verdad es que ayudo pero aún así tuve la
necesidad de agarrarme fuerte de su mano y cerrar los ojos. Una vez en marcha
ya me relaje y disfrute de la comodidad de poder ir tumbada en los cómodos
asientos de la salida de emergencia. Durante el vuelo tuve mi primera gran
experiencia y puede poner en practica la gran frase de: “cuando quiera y donde quiera”. Antes de seguir debo de aclarar que
esta frase me daba un poco de miedo, hoy puedo decir que me encanta. Decía que
puede poner en practica esta frase, ya que durante el vuelo mi Amo me uso, la
verdad es que en un primer instante no logre relajarme y disfrutar del momento,
estaba en tensión, intentando controlar que nadie viera lo que estaba pasando a
su alrededor, pero finalmente me deje llevar y tuve un magnifico y placentero
vuelo donde pude ofrecerle a mi Amo, el mejor placer aéreo nunca ofrecido hasta
este dia. Tengo que confesar que el morbo de que puedan ver o deducir ayudo a que
fuera la bomba el orgasmo que viví al largo del vuelo. Pasado un rato llego el
momento del aterrizaje, por dios solo sentir la voz del piloto anunciando que
llegaba el momento ya me puso tensa, pero mi Amo tubo una idea fantástica, de
forma muy disimulada introduzco su dedo en mi ano. Por primera vez en mi vida esta
parte de mi cuerpo seria usada. Fue algo único, sentirlo dentro de mi, como
lentamente su dedo iba penetrándome y llenándome de una magnifica sensación,
como iba subiendo, no solo el orgasmo, sino también los colores rojos de
vergüenza pero felicidad en mi cara. Por mucho que intentara disimular las
caras, no lo lograba. Al igual que intentaba ser silenciosa. Aún así, algún
ruidito raro hacia ya que las chicas de delante no paraban de darse la vuelta
para mirar lo que pasaba en nuestros asientos. No sé si lo esbrindaron. Solo sé
que nosotros nos lo pasamos en grande y gozamos del momento.
No puedo decir que no estuve
tensa y nerviosa por estos dos momentos, pero que mi Amo jugara conmigo me ayudo
a no estar tan centrada en lo que me daba miedo. Y evidentemente en el vuelo de
vuelta también hubo los dos momentos claves. Despegue con orgasmo explosivo y
aterrizaje dando placer a mi Amo. Definitivamente creo que hemos encontrado la
formula para relajarme durante los vuelos. Así que gracias mi Amo por poner
remedio a mis miedos.
SIN ROPA INTERIOR
Durante esta semana junto a mi
Amo, tenia varias órdenes, una de ellas era ir sin mis braguitas durante todo
el día. La idea no me gustaba mucho, ya que me siento incomoda y alguna que
otra vez los pantalones o la falda se meten por donde no deben. Los dos
primeros días lo pase bastante mal y a la vez me gustaba saber que mi Amo tenia
vía libre hasta el sexo.
La incomodidad es creada por
mis pensamientos, por tener la sensación de que la gente puede notar que no
llevo nada, pero poco a poco, cuando me relaje y logre despejar la mente puede disfrutar
del momento. La libertad que sentía, sin que nada me apretara y la satisfacción
de saber que estaba cumpliendo, no solo una orden de mi Amo, sino un deseo,
hacia que yo me sintiera orgullosa de mí.
Me gusta saber que cuando mi
Amo decide acariciar o tocar en el momento que lo desea estoy libre y
disponible. Y así lo hizo. Siempre poniendo en practica su frase favorita: “cuando y donde quiera”.
A lo largo de los días logre
disfrutar de esa libertad, de no sentir la necesidad de cubrirme y por supuesto
de saber que la entrega seria mucho más fácil.