Este escrito es fruto de mi imaginación, a día de hoy solo es un sueño, una
idea. Pero a veces los sueños se pueden hacer realidad. Nunca se sabe.
Escribir esto no es nada fácil, llevo varios días dándole vueltas. Cuando
me pediste que escribiera un sueño erótico lo tenía bastante claro, hasta que
me dijiste que tenían que haber mujeres. Aquí me descuadraste, hasta que les
encontré el sito perfecto dentro de mí fantasía.
Caminamos despacio, solo ataviada con unos tacones y un pañuelo en los
ojos. Tú detrás guiándome y susurrándome palabras suaves y a la vez duras en mi
oído, tienes una sorpresa para mí, estoy nerviosa, no sé de qué se trata pero a
la vez estoy ansiosa. De repente nos paramos, abres una puerta y empiezas
hablar, con suavidad: frente tuyo hay una
habitación, hay la luz tenue de las velas y en medio hay una cama grande y
redonda. Me coges fuerte de la mano y me diriges hacia ella. ¡Túmbate!, me ordenas. Y yo como una
buena puta lo hago, nerviosa pero sin dudar ni un minuto. Despacio pero
demostrando seguridad, o eso creo, me siento y luego me tumbo. No sé lo que me
espera, pero sea lo que sea, me entregare al cien por cien, para que mi Amo
disfrute y se sienta satisfecho de su perrita.
Mi respiración se va agitando, desde que me he tumbado no haces nada, no te
mueves, no sé donde estas, y esto hace que mi respiración se acelere y el
cuerpo empiece a reaccionar. De repente noto como te pones encima de la cama. ¡Dame un brazo!, sin rechistar te lo doy
y noto como lo atas con dureza pero sin apretar demasiado de la muñeca. ¡Dame el otro! Y le sigue el mismo
proceso. Las ataduras no son muy fuertes pero no me permite la movilidad, solo
puedo mover las piernas y eso me relaja. Hasta que… ¡abre las piernas!, ¡más! Esta vez dudo un poco, pero lo hago, solo
deseo que en mi cara no se haya notado el miedo, pero estoy segura de que no es
así. No pasa nada, me digo para mí misma, solo estoy expuesta a mi Amo.
Relájate Irma, no pasa nada. Hasta que empiezo a notar que también me atas de
las piernas. Involuntariamente los pies empiezan a temblar de nerviosismo, ese
estado en el que entro en el que a veces de no sé cómo salir. Ser atada es algo
que deseaba desde hacia tiempo, pero del todo… de repente la cuerda desaparece
y solo aparecen caricias suaves y tu voz suave: tranquila mi perrita, no te pasara nada, estoy aquí para protegerte, si
no estuviera seguro de que eres capaz de resistirlo no te ataría. ¿Confías en
mí? Si mi Amo, confío en ti.
Sigues bajando tu mano por el cuerpo, lo vas relajando con suaves caricias,
voy reaccionando, pero no tocas nada, solo las partes que llevan hasta al final
de la pierna, hasta el tobillo. Cuando noto que has llegado, abro las piernas
hasta una posición cómoda, sé que me harás abrirlas más, pero decido esperar a
que me lo pidas. Pero no lo haces, simplemente pasas la cuerda por un tobillo y
lo atas, y luego haces lo mismo con el otro. Sales de la cama, y me das un suave
beso en los labios. Ya sabes que tienes
que decir si en algún momento no puedes. Pero sé que eres una puta y una
perrita fuerte. Yo estoy a tu lado, nada malo te pasara, no lo dejaría nunca. Tus
palabras me relajan pero a la vez me asustan, ¿que pasara? No respondo, creo
que el cuerpo y mi cara lo dicen todo, y tu aceptas mi silencio con otro suave
beso y un pequeño azote en las tetas descubiertas.
Pasa el rato, silencio. Nada se mueve, no sé donde estas, empiezan otra vez
los nervios. Y antes de que los nervios aumenten oigo tu voz: ¡Ya sabéis lo que tenéis que hacer!
¿Sabéis? ¿Tenéis? ¿Quiénes? De repente llegan las respuestas.
Hoy para tu presentación en
sociedad unos amigos y unas amigas, Amos y Amas, jugaran contigo. Ellos ya
saben lo que tienen que hacer, tu solo debes entregarte a ellos como si fuera
yo. En ningún momento sabrás si el que te toca es hombre o mujer, solo quiero
que te entregues como siempre y que disfrutes. Pero eso sí, no puedes correrte
con ellos, solo lo puedes hacer conmigo. Si no cumples esta única norma ya
sabes lo que te pasara. ¿Lo has entendido?
Esta vez no lo dudo y con firmeza te respondo. Si mi Amo, lo he entendido.
Y ya sabes, si en algún momento
crees que no lo podrás resistir solo debes avisarme y yo decidiré que hacer.
¿De acuerdo mi puta?
Si mi Amo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.