Pàgines

dimarts, 29 de juliol del 2014

LA GRAN ESTRENA (I)

Este escrito es fruto de mi imaginación, a día de hoy solo es un sueño, una idea. Pero a veces los sueños se pueden hacer realidad. Nunca se sabe.

Escribir esto no es nada fácil, llevo varios días dándole vueltas. Cuando me pediste que escribiera un sueño erótico lo tenía bastante claro, hasta que me dijiste que tenían que haber mujeres. Aquí me descuadraste, hasta que les encontré el sito perfecto dentro de mí fantasía.

Caminamos despacio, solo ataviada con unos tacones y un pañuelo en los ojos. Tú detrás guiándome y susurrándome palabras suaves y a la vez duras en mi oído, tienes una sorpresa para mí, estoy nerviosa, no sé de qué se trata pero a la vez estoy ansiosa. De repente nos paramos, abres una puerta y empiezas hablar, con suavidad: frente tuyo hay una habitación, hay la luz tenue de las velas y en medio hay una cama grande y redonda. Me coges fuerte de la mano y me diriges hacia ella. ¡Túmbate!, me ordenas. Y yo como una buena puta lo hago, nerviosa pero sin dudar ni un minuto. Despacio pero demostrando seguridad, o eso creo, me siento y luego me tumbo. No sé lo que me espera, pero sea lo que sea, me entregare al cien por cien, para que mi Amo disfrute y se sienta satisfecho de su perrita.

Mi respiración se va agitando, desde que me he tumbado no haces nada, no te mueves, no sé donde estas, y esto hace que mi respiración se acelere y el cuerpo empiece a reaccionar. De repente noto como te pones encima de la cama. ¡Dame un brazo!, sin rechistar te lo doy y noto como lo atas con dureza pero sin apretar demasiado de la muñeca. ¡Dame el otro! Y le sigue el mismo proceso. Las ataduras no son muy fuertes pero no me permite la movilidad, solo puedo mover las piernas y eso me relaja. Hasta que… ¡abre las piernas!, ¡más! Esta vez dudo un poco, pero lo hago, solo deseo que en mi cara no se haya notado el miedo, pero estoy segura de que no es así. No pasa nada, me digo para mí misma, solo estoy expuesta a mi Amo. Relájate Irma, no pasa nada. Hasta que empiezo a notar que también me atas de las piernas. Involuntariamente los pies empiezan a temblar de nerviosismo, ese estado en el que entro en el que a veces de no sé cómo salir. Ser atada es algo que deseaba desde hacia tiempo, pero del todo… de repente la cuerda desaparece y solo aparecen caricias suaves y tu voz suave: tranquila mi perrita, no te pasara nada, estoy aquí para protegerte, si no estuviera seguro de que eres capaz de resistirlo no te ataría. ¿Confías en mí? Si mi Amo, confío en ti.

Sigues bajando tu mano por el cuerpo, lo vas relajando con suaves caricias, voy reaccionando, pero no tocas nada, solo las partes que llevan hasta al final de la pierna, hasta el tobillo. Cuando noto que has llegado, abro las piernas hasta una posición cómoda, sé que me harás abrirlas más, pero decido esperar a que me lo pidas. Pero no lo haces, simplemente pasas la cuerda por un tobillo y lo atas, y luego haces lo mismo con el otro. Sales de la cama, y me das un suave beso en los labios. Ya sabes que tienes que decir si en algún momento no puedes. Pero sé que eres una puta y una perrita fuerte. Yo estoy a tu lado, nada malo te pasara, no lo dejaría nunca. Tus palabras me relajan pero a la vez me asustan, ¿que pasara? No respondo, creo que el cuerpo y mi cara lo dicen todo, y tu aceptas mi silencio con otro suave beso y un pequeño azote en las tetas descubiertas.

Pasa el rato, silencio. Nada se mueve, no sé donde estas, empiezan otra vez los nervios. Y antes de que los nervios aumenten oigo tu voz: ¡Ya sabéis lo que tenéis que hacer!
¿Sabéis? ¿Tenéis? ¿Quiénes? De repente llegan las respuestas.
Hoy para tu presentación en sociedad unos amigos y unas amigas, Amos y Amas, jugaran contigo. Ellos ya saben lo que tienen que hacer, tu solo debes entregarte a ellos como si fuera yo. En ningún momento sabrás si el que te toca es hombre o mujer, solo quiero que te entregues como siempre y que disfrutes. Pero eso sí, no puedes correrte con ellos, solo lo puedes hacer conmigo. Si no cumples esta única norma ya sabes lo que te pasara. ¿Lo has entendido?
Esta vez no lo dudo y con firmeza te respondo. Si mi Amo, lo he entendido.
Y ya sabes, si en algún momento crees que no lo podrás resistir solo debes avisarme y yo decidiré que hacer. ¿De acuerdo mi puta?
Si mi Amo.  

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.